miércoles, 30 de diciembre de 2020

El Krak des Chevaliers

 He aquí un buen sitio para hacer un confinamiento como Dios manda: el Krak des chevaliers, mítica fortaleza de los cruzados en la actual Siria. 

Si las asechanzas de este inoportuno virus se prolongan más tiempo, si la anormal nueva normalidad nos exige otra vuelta de tuerca que incluya un exilio interior más interior aún, qué mejor sitio que este prodigio de la arquitectura militar para dar rienda suelta a la misantropía que ha ido uno forjando a base de  desengaños ante tanto incivismo e insolidaridad. 
Contemplando el cielo estrellado desde alguno de sus imponentes torreones me traerá al pairo que algunos descerebrados organicen algún simpático botellón o que alguien tosa con la mascarilla floja a la altura de la nuez. 
Esta fortaleza medieval, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, constituyó una baza insuperable para el control militar de la zona en la época de las Cruzadas. Contaba con silos y almacenes para hacer un acopio de víveres que aseguraban hasta cuatro o cinco años de resistencia ante  posibles sitiadores. La topografía del terreno le daba un plus de inaccesibilidad al descansar sobre una altura que dominaba un inmenso valle. Estaba en medio de un nudo de comunicaciones, de ahí su importancia geoestratégica. Su doble muralla constituía un obstáculo prácticamente insalvable para el asalto de esta fortaleza. Fue sede central de la Orden de Malta y llegó a albergar una guarnición de 2000 soldados. 
Quizá en algún hueco entre las piedras centenarias de la muralla o en alguna de sus profundas y sombrías mazmorras encuentre un manuscrito perdido de los caballeros hospitalarios que dé pie para escribir un  best-seller basado en  sociedades secretas, conspiraciones, muchas conspiraciones, referencias reveladoras sobre María Magdalena y los merovingios, líneas ocultas que lleven a Glastonbury siguiendo los pasos perdidos de José de Arimatea, pistas sobre la auténtica realidad del Santo Grial con la definitiva confirmación de la existencia histórica del Rey Pescador, algún toque referido al gran Leonardo, que siempre da mucho juego en estas tramas; si estiramos la historia hasta podemos terminar metiendo aquí algo sobre Bilderberg e incluso puede aparecer el mismísimo Soros... 
En las largas noches de invierno, frente al fuego de la chimenea de la sala capitular, reflexionaré sobre la vida y la muerte y meditaré sobre este tiempo extraño que nos toca vivir. Yo, que pienso que las comunicaciones que se daban a través de palomas mensajeras eran más profundas y de más sabiduría que todo lo que circula ahora por el ciberespacio, quizá encuentre en ese vestigio medieval alguna revelación, oculta hasta ahora,  que me de claves para entender lo que está sucediendo y me explique el sentido de la existencia en esta diminuta mota de polvo perdida en la desesperante inmensidad del Cosmos que es la Tierra. Si no es así, siempre nos quedará 

(Mariano López-Acosta)


















La vacuna del COVID, una obra maestra de ingeniería molecular.

 

 Hay que descubrirse ante la rapidez con la que han actuado los distintos laboratorios que estaban inmersos en el desarrollo de la vacuna contra el COVID. De todas formas, hay que aclarar algo que quizá nos haga comprender el por qué  de la prontitud con la que se ha consumado la consecución esta herramienta sanitaria. 
Así, hemos de tener en cuenta que la investigacióna sobre esta revolucionaria forma de generar inmunidad -cual es la de utilizar el ARM-mensajero como instrumento para transmitir la información que necesita nuestro sistema inmunitario para ejercer la defensa ante cualquier patógeno- databa de hace varias décadas.  

(Antes de continuar, habría que explicar algunas  cuestiones para quienes no estén muy familiarizados con algunos conceptos bioquímicos. 
- El ADN: es una molécula gigantesca albergada en el núcleo de la célula, un supercódigo compuesto  por cuatro elementos, comunes a todos los seres vivos,  que se repiten hasta 3.000 millones de veces. Esa colosal  combinación de las cuatro bases (Adenina, Guanina, Citosina y Timina) encierra la escritura de lo que somos cada uno de nosotros. Y estos dos pares de eslabones de la larguísima cadena son comunes a todos los seres vivos, desde una lechuga a un caballo. Solo cambia su combinación. 
-El ARN- mensajero: copia el texto escrito en el ADN y lo saca fuera del núcleo, al citoplasma. Allí busca un corpúsculo con forma de champiñón, llamado ribosoma, que tiene una hendidura por la que va pasando la hebra del propio ARN-mensajero. Es como el hilo que pasa por el filo de una aguja. Este ribosoma va leyendo la información que le suministra el ARN-m y la traduce procediendo a la síntesis de proteínas propias deceste organismo. Así se ha transmitido el mensaje genético.)


 El mecanismo de la vacuna contra el COVID consiste en lo siguiente:
- Se inyecta ARN-m en el que se ha injertado un gen responsable de sintetizar la proteína de la espícula del virus. Este ARN-m llega a nuestras células y allí el ribosoma traduce la información que le llega y comienza a fabricar esa proteína que servirá a nuestro sistema inmunológico para fabricar los anticuerpos idóneos para el verdadero virus. 
Hasta ahora la técnica de las vacunas consistía en la inoculación de virus muertos   atenuados o de fragmentos de toxinas (la del tétano). Con este nuevo sistema que vamos a estrenar en esta pandemia lo que se inyecta en realidad no es la vacuna sino un manual de instrucciones para que nuestras células la fabriquen. Es una forma novedosa y si cabe revolucionaria que puede abrir nuevos caminos a la hora de acometer multitud de terapias que hasta ahora carecían de viabilidad. 

¿Por qué la rapidez en  la fabricación de esta vacuna? En realidad, la experimentación con las posibilidades del ARN- m viene dándose desde hace varias décadas. Había dos puntos en que estaba encallada la investigación que se resolvieron y dejaron el camino expedito. Se partía ya de bastante trabajo realizado pero sin culminar. Estas eran las dos  
- El ARN-m es una molécula de una gran fragilidad que se degrada con mucha facilidad en el organismo. Apenas introducida es destruida por una enzima llamada RNasa. Esto se resolvió contrareloj en los últimos meses mediante la síntesis de una nanopartícula de naturaleza grasa que envuelve al ARN-m y lo conduce, como si de un minisubmarino se tratase, al interior de la célula. Primer problema resuelto.
- Se habían constatado una serie de reacciones inflamatorias problemáticas que sembraban muchas dudas sobre la viabilidad final de esta técnica. Se resolvió magistralmente sustituyendo uno de los cuatro elementos combinatorios del ARN-m, el Uracilo (en el ADN es la Timina) por Pseudouracilo, un análogo sintético con dos optimizaciones: la síntesis de proteínas para inmunizar era mayor y desaparecían en gran manera los efectos inflamatorios. 

Algunas duda que ha surgido sobre posibles riesgos de esta terapia:
- Se puede especular con la posibilidad de que este gen del virus se incorpore a nuestro material genético provocando mutaciones indeseables. A priori no es factible que se de ese riesgo porque el ARN-m no puede penetrar en el núcleo de la célula, donde se encuentra el ADN. Una vez que traduce su información con el ribosoma es destruido inmediatamente. 

Por otra parte, el ARN-m es de una fragilidad extrema. A temperatura ambiente se degrada con una gran facilidad. Requiere condiciones de conservación extremas que solo se dan a 70º bajo cero. Eso creará muchas dificultades en la logística y distribución de esta técnica, evidentemente subsanables con los medios actuales.
 Si se consolida este tipo de vacuna se abre todo un mundo de posibilidades biomédicas para afrontar la curación de enfermedades que actualmente se resisten a las terapias conocidas. Pero habrá que ser cautos de todas formas. La fármacovigilancia seguirá activa para hacer un seguimiento de las contingencias que puedan surgir. Es muy poco tiempo el que ha transcurrido y las ciencias médicas no son exactas. Yo, en el desempeño de mi oficio, he visto cómo medicamentos clásicos de los de "toda la vida" eran retirados por la aparición de efectos indeseables al cabo de muchos años. Toquemos madera y esperemos que la fortuna nos acompañe. Yo creo nos lo merecemos.
(Texto: Mariano López- Acosta)

De Arne Müseler / www.arne-mueseler.com, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=98215942



martes, 22 de diciembre de 2020

El nuevo "Virus británico".

 
El Virus Británico parece ser que ha cruzado ya el Canal de la Mancha y podría comenzar a campar a sus anchas por el Continente. 
Algunos detalles a tener en cuenta referidos a esta nueva versión del COVID:
- Esta nueva cepa es el resultado de 17 mutaciones originadas en un tiempo récord. No se tenía constancia de un proceso tan acelerado de alteraciones genéticas hasta el momento. 
- Las 17 mutaciones han dado lugar a un aumento del 70% en la capacidad de contagio del virus. Ahora se estudia si este incremento va acompañado de una subida sensible en la virulencia y letalidad del nuevo microorganismo. Crucemos los dedos para que no sea así. De todas formas un ascenso tan significativo en la velocidad de propagación supondría un reto muy serio para los sistemas sanitarios nacionales a la hora de evitar un colapso de consecuencias imprevisibles. 
-Tres son las mutaciones, de las 17 contabilizadas, sobre las que debemos poner el foco por sus posibles consecuencias. Las tres afectan a la célebre Proteína S, la llave maestra, la ganzúa con la que el COVID abre puertas que hasta ahora eran infranqueables para otros virus. 
Dos de ellas han conseguido dar más facilidad aún a la apertura de esa cerradura que hasta ahora permanecía cerrada a cal y canto. La tercera mutación propiciaría una especie de patente de corso para sortear con mayor facilidad que antes el sistema inmunitario del hospedador. 
Se especula con que la permanencia prolongada del virus en pacientes en que se cronificó la infección por su merma de defensas habría dado un tiempo precioso a estos minúsculos invasores para ensayar y proceder a este gran número de mutaciones. Todo esto estaría pendiente de confirmar, claro. 
También han surgido tímidas dudas sobre la influencia que estos nuevos cambios pueden tener sobre la efectividad de las vacunas. Aunque hay prudencia en las declaraciones, hasta hora parece ser que se mantiene la confianza en que seguimos contando con una buena herramienta para luchar contra la pandemia. A pesar de que habrá que permanecer alerta al desarrollo y consecuencias posteriores de estas variaciones del COVID. 
Conclusión: no podemos bajar la guardia. No sabemos las batallas que nos quedan hasta alcanzar la victoria final. Que llegará. 
(Mariano López-Acosta)
(Imagen: Iakov Kalinin)

domingo, 20 de diciembre de 2020

En defensa del Latín y del Griego

 

Nos impartían unos rudimentos básicos de gramática y traducíamos cosas muy sencillas. Aún recuerdo alguna declinación y conjugo aún de memoria cierto tiempo de verbo (amo, amas, amat, amamus, amatis, amant). Incluso guardo en la memoria aquella  frase "Mater tua mala burra est", cuya equívoca traducción daba lugar a algún que otro chascarrillo. Fue cuando yo contaba 13 y 14 años, en aquel antiguo bachillerato de seis cursos más el Cou. Como en 5° tomé el camino de las Ciencias, dejé de tener noticia de los nominativos, genitivos, dativos y ablativos  de la rosa y del lupus y mis horas de estudio se llenaron de átomos, moléculas y velocidades angulares. Esa fue mi humilde  inmersión lingüística en nuestra lengua madre, llamada lengua muerta hoy en día pero que pervive a través de sus hijas (Que ahora parecen renegar de ella).


 Escucho, leo y me llegan noticias de que el latín y el griego van a desaparecer de los planes de estudios. Considero que estamos entonces ante un inmenso error. Si así fuera, esos saberes primordiales, (de los que arranca toda la civilización occidental, todo lo que somos -aunque no seamos conscientes de ello-),  quedarían sepultados bajo la pesada losa del olvido. Al final, si nadie lo remedia,  sucederá que los conocimientos sobre estas lenguas fundacionales que dieron lugar a nuestra actual identidad cultural (nada más  y nada menos) serán como esos restos arqueológicos enterrados por las arenas del desierto que se borraron para siempre de la memoria del mundo.


 Desde los cantos de la cofradía de los hermanos Arvales, que se pierde en la noche de los tiempos, entonados en un latín primigenio, (hablamos quizá del siglo VIII, a.C.) hasta los Tertuliano, San Juan Damasceno, San Agustín, etc, -escritores de las postrimerías de esta lengua-, pasando por la época dorada (César, Cicerón, Tito Livio, Virgilio, Horacio, Ovidio, etc.) el corpus literario generado es inmenso. Lo mismo sucedería si hablamos del griego. La narrativa más legendaria que da cuenta de Odiseo y otros héroes de su cuerda, la filosofía, el pensamiento,  los mitos que marcan nuestra civilización,  todo se formuló en la lengua de Homero. El área de influencia del griego se extendió por todo el Mediterráneo oriental durante siglos. En la Palestina de Jesús, este idioma era la lengua franca en la que se podían  entender los gobernantes romanos con los representantes del pueblo judío. El mismo Jesucristo habría usado el griego en su comparecencia ante Poncio Pilato, sin entrar a valorar la mayor o menor dosis historicista de este hecho.





 Los profetas más lacrimógenos del Antiguo Testamento se lamentaban amargamente de la progresiva helenización de buena parte de la masa social hebrea; las modas, los nombres, las costumbres, la influencia de lo helénico era irresistible sobre todo el Levante mediterráneo, gentes de todas las procedencias usaban el griego como lengua de comunicación al margen de las suyas propias o autóctonas.
 El latín por su parte, tras su lenta transformación en las lenguas romances durante la Edad Media, continuó siendo el idioma oficial de todas las manifestaciones cultas, desde las religiosas a las científicas. Todos los ritos, la liturgia y los documentos de la Iglesia -que fue, para bien o para mal, el único elemento  vertebrador de la sociedad en los oscuros (o no tanto) siglos medievales- se expresaban en latín. Sigue siendo la lengua oficial del Estado Vaticano y por eso, en 1982, el entonces alcalde de la Movida madrileña, Enrique Tierno Galván, demostrando su gran erudición, se dirigió en latín al Papa Juan Pablo II en la visita oficial que éste realizó a la capital de España.
 Por otra parte, en 1687 había que seguir conociendo esta lengua para leer la primera edición original del considerado como texto más importante de la historia de la ciencia,   por lo que tenía de revelador y por la trascendental puerta de conocimiento que abría, el PHILOSOPHIAE NATURALIS PRINCIPIA MATHEMATICA de Isaac Newton.
 Y habrá que recordar también que todos  los individuos que pueblan nuestro planeta, desde una bacteria a la ballena azul, tienen un nombre científico que se expresa en latín para definir su género y especie.  Una lengua muerta describiendo a los seres vivos.
 Yo recuerdo ahora los lejanos veranos de mi infancia y juventud en que entrabas al estanco o a la tienda de ultramarinos y veías algún cartel anunciador con la leyenda: "Se dan clases de latín. Razón tal y tal".  Ese profesor y ese alumno que en  aquellos estíos de hace décadas, en plena canícula,  se dedicaban a traducir fragmentos de  los "Comentarios de la Guerra de las Galias" quizá no eran conscientes de que humildemente, sin proponérselo,  mantenían encendida una llama del saber y del conocimiento que, si nada lo remedia,  se puede apagar con el tiempo, sumiendo al mundo en más oscuridad de la que ya hay.

(Mariano López-Acosta)

Poesía lírica del Siglo de Oro

 


 Esas Filis, esas ninfas por las orillas del Tajo, beldades con cabellos como hebras de oro, Febo y su carro por el cielo, el poeta- soldado suspirando por Isabel Freire, pastores y pastoras, Salicio y Nemoroso llorando por Galatea y Elisa, el manso rüido, la soledad sonora, del monte en la ladera, Leandro en la ribera buscando la luz de su amada Hero y el fatal naufragio, mas polvo enamorado, los dientes como nácar y el rubí de sus labios, amadores desdichados que seguís milicia tal, mejillas de color de grana, la blanca nieve de sus sienes, Polifemo y Galatea encriptados y desencriptados por Dámaso Alonso, la belleza de Clori, desdenes y suspiros, el carcaj del niño dios vendado, oh dulces prendas por mi mal halladas ...
 Una acertada selección de la excelsa poesía en castellano que se dio en los siglos XVI y XVII.

 (Mariano López-Acosta)


lunes, 14 de diciembre de 2020

LA MÚSICA POPULAR DE CÓRCEGA: POLIFONÍA Y CONTRAPUNTO EN ESTADO PURO


 Córcega, la cuarta isla más grande del Mediterráneo después de Sicilia, Cerdeña y Chipre, tiene una seña de identidad de tipo cultural que le confiere un interés añadido al que ya despiertan su convulsa historia y su paisaje.
 Situada a unos 200 kilómetros al sur de la costa europea, está surcada por una cadena montañosa que la cruza en diagonal de noroeste a sudeste con varios picos que rebasan los 2.000 metros de altura y albergan nieves perpetuas. Sus mil kilómetros de costa con infinidad de playas de arena fina constituyen un paraíso para los submarinistas. Su interior está surcado de valles y montañas con un predominio total de los bosques que ocupan casi la mitad de su superficie.Esa orografía tan peculiar ha dado lugar históricamente a enclaves montañosos aislados en los que se han conservado tradiciones populares muy puras, sin apenas contacto con otros movimientos culturales. Histórica tierra de pastores y bandoleros, segun el cliché más usual, irredenta para algunos, hay que reconocer que despierta el interés de lo cercano y desconocido a la vez.
 Uno de los elementos más interesantes del folklore corso lo constituye la música polifónica vocal, de tradición oral, no escrita. Esta manifestación cultural es propia de zonas montañosas mediterráneas, más bien aisladas. Así, también se da en una zona de Grecia que linda con Albania, el Epiro, de agreste y escarpado paisaje, y en otras de Italia. Incluso aparece en zonas del Cáucaso como Georgia y Abjasia. Pero es en Córcega donde este tipo de música adquiere una personalidad diferenciada y característica.La polifonía vocal culta, escrita, casi con certeza de origen litúrgico, aunque también vehículo de expresiones profanas, es una de las aportaciones más interesantes del Occidente medieval a la música histórica europea. Irradió a todo el continente y a estas alturas no podemos concebir nuestra Edad Media y siglos posteriores sin ese fondo musical.
 Pero lo de Córcega es otra cosa. Es una manifestación musical de tradición oral, sin registro escrito, con siglos de aislamiento y con características muy particulares. Los musicólogos han especulado con un posible origen culto, eclesiástico, recogido por el pueblo en un determinado momento y reconvertido en algo diferente al evolucionar en un ambiente aislado de pastores y campesinos en las estribaciones de la cordillera corsa. Sea como sea, constituye ahora un patrimonio cultural innegable y, como decía al principio, una seña de identidad de esta isla mediterránea.
 Las piezas o canciones que se cantan, puro contrapunto además, se conocen como "paghjella". En ellas la segunda voz suele ser la importante.Fue ya en el siglo XX cuando los investigadores y musicólogos descubrieron el rico filón que constituía este repertorio de música tradicional y cuando se popularizó a gran escala.
 Os dejo un vídeo que recoge una muestra de estas polifonías corsas con un fondo de magníficas imágenes de esta isla mediterránea.(En España no aparece este tipo de polifonía popular de tradicion oral más que en el Misteri d'Elx -al margen de la rica música polifónica culta y de registro escrito de nuestro país, común también en Europa-.)
(Mariano López-Acosta)




El Capitán Trueno, lectura de siestas de verano

 



Aquellos abordajes y batallas navales de las aventuras del Capitán Trueno que ocupaban nuestras lejanísimas siestas de verano, las cuales terminaban cuando alguna mujer comenzaba en su puerta a echar agua con la mano desde un cubo humedeciendo el polvo de la calle y pasaba en su bicicleta el vendedor de palmeras, palos catalanes y mediaslunas...

(M.L.-A.)

"For no one" de The Beatles a la guitarra española.

Seguimos con los joviales muchachos de Liverpool: "For no one", una auténtica obra maestra de Paul McCartney que apareció en el mítico Revolver. En mitad de esta balada hay un solo espléndido de corno inglés a cargo de Alan Civil, trompista de la Filarmónica de Londres, que he intentado hacer a la guitarra, un poco a la "remanguillé". Las notas secas del clavicordio de McCartney junto con las del corno inglés nos llevan a algunos de los momentos más excelsos de la música del siglo pasado.

(M.L.-A.)

domingo, 13 de diciembre de 2020

Farmacopea Española: Cantáridas o "Moscas de España".

 EL USO DE "MOSCAS DE ESPAÑA" O CANTÁRIDAS PARA OBTENER LA"VIAGRA"DE LA EDAD MEDIA

 La Farmacopea Española es un texto de tenencia obligatoria en las oficinas de farmacia. Allí viene codificado, entre otras cosas, el modo de verificación de los principios activos de los medicamentos mediante una serie de técnicas detalladas pormenorizadamente. En esta edición de 1954 he encontrado el método de obtención de "cantaridina" a partir de "moscas de España". Éstas, a pesar de su nombre, no son los familiares insectos que abundan en esta época en nuestro ámbito doméstico.  


 La cantaridina se extrae tras desecar estos  coleópteros. Hemos de conseguir 15 g de "moscas de España" para someterlas a una serie de procesos tras adicionar algunos reactivos químicos. 


La "cantaridina" tiene un uso tópico indicado en algunas afecciones de la piel. En siglos anteriores se llegó a utilizar (peligrosamente) para tratar la disfunción eréctil. 

(Mariano López-Acosta)

viernes, 4 de diciembre de 2020

Cipriano de Rore: un referente de la música del Renacimiento.

  Las melancólicas notas que Mónica Pustilnik le arranca a la viola de mano, con una delicadeza que no parece de este mundo, nos dan cuenta de una emoción que atraviesa los siglos y aflora ante nosotros, testigos de este lamento en forma de arpegios tristes, de notas menores, con una cadencia suave y contenida. 
 Hay un poso de tiempo antiguo en estos acordes, de tiempo de enamorados que hacían de su amor una religión, que en medio de la tristeza de la separación al partir sabían que habría un retorno que les devolvería a la vida, con todos sus anhelos cumplidos. 
Porque esta pieza es una versión instrumental de un madrigal de Cipriano de Rore compuesto a partir de unos versos de Anfonso d'Ávalos, marqués de Pescara. 

Ancor che col partire
io mi sento morire,
partir vorrei ogn' hor, ogni momento:
tant' il piacer ch'io sento
de la vita ch'acquisto nel ritorno:
et cosi mill' e mille volt' il giorno
partir da voi vorrei:
tanto son dolci gli ritorni miei.

(Aunque al partir
yo me siento morir
partir querría cada hora, cada instante:
tanto es el placer que siento
de la vida que adquiero en el retorno:
y así, miles de veces al día
partir de vos querría:
tan dulces son los retornos míos.)

-Traducción: Andrés García-

 Es Cipriano de Rore uno de los grandes madrigalistas del Renacimiento, de procedencia flamenca aunque desarrolló buena parte de su carrera en Italia. Tuvo como referente absoluto, como tantos otros, al gran  Josquin des Près. 
 También demostró un gran dominio del contrapunto y manejó como un consumado maestro los resortes de la polifonía. 
 Se puede decir que Cipriano de Rore creó escuela y su influencia se deja sentir en Palestrina. Incluso podríamos considerar que una cumbre como Monteverdi es el último eslabón de esta línea iniciada por Josquin des Près. 
Pues bien, escuchemos las melancólicas notas que Mónica Pustilnik nos deja con su viola de mano.

(Mariano López-Acosta) 

  

jueves, 24 de septiembre de 2020

Rossini, un "bonvivant" italiano en París


 Rossini, nacido en 1792 en Pesaro (Estados Pontificios), tenía un talento impresionante para la composición musical. Sus óperas arrasaban y se mantenían en cartel eclipsando las de otros creadores. Esto dio lugar a que su pecunio creciera de manera astronómica. Vamos, que con treinta y tantos años estaba ya forrado, residiendo en París y ejerciendo de recalcitrante "bonvivant". De 1829 data su última composición, el Guillermo Tell de la celebérrima obertura. A partir de ese momento y hasta 1868 en que falleció (casi cuarenta años) se dedicó a disfrutar de la "dolce vita" parisina y de los placeres que ésta le podía proporcionar, viviendo de las rentas y desentendido prácticamente de la creación operística.

Aquí podéis disfrutar de la obertura de la Gazza ladra dirigida por el excesivo Herbert Von Karajan.

(Mariano López- Acosta)


lunes, 7 de septiembre de 2020

Septiembre 2020

 

(Rincón descubierto durante un reflexivo paseo de una tarde de septiembre que ya hace ensayos de luz autumnal).

 Cada vez son menos tímidos los heraldos que anuncian las procelas de este extraño otoño que se nos viene encima como una maldición bíblica. El otoño, esa época tan propicia para recapitular después de las expansiones del verano, reencontrarse con uno mismo mientras una luz de oro viejo mortecino comienza a palidecer mientras atraviesa los vitrales del ventanal, almacenar leña para los fuegos y juegos del invierno, recolectar setas por el bosque (mucho cuidado con la Amanita phalloides), asar castañas, empezar colecciones de las que anuncian en la tele (cascos de armaduras de caballeros medievales, cigüeñales de autos de los años veinte, cantimploras de cabo furriel y otros suboficiales de la guerra de Sidi Ifni, sombreros del Imperio Austrohúngaro ...), el otoño, digo, ese tiempo tan propicio para emprender proyectos que cuando llega navidad parecen absurdos y del siglo pasado, viene marcado este año por una suerte de temor milenarista (sobre todo para los mileuristas) que en un tiempo más antiguo nos depararía escenas intensas de provectos sabios haciendo exégesis de algún séptimo sello pendiente de abrir al toque de alguna trompeta del Apocalipsis, no sé si en la mayor o en si bemol menor.
 Pero Messi, siguiendo al pie de la letra el principio de incertidumbre de Heisemberg, se va al City pero se queda, lo cual quiere decir que no se irá aunque se vaya, es decir, adiós al esplendor en la hierba. Y esa certeza incierta es todo un signo de estos tiempos de manos peladas por litros y más litros de gel hidroalcohólico y mascarillas chinas de un maoísmo bastante desteñido.
 En realidad, a la Naturaleza se le da una higa que los humanos tengamos el ánimo zozobrante ante el sindiós que se avecina. Ella seguirá erre que erre, haciendo su fotosíntesis como Dios manda, tirando de magnetosfera para que las radiaciones cósmicas y las tormentas solares no nos achicharren, cerrando la capa de ozono mientras nosotros la abrimos... ella no ve ni bien ni mal que unos pequeños y mínimos fragmentos de ARN encapsulados le quiten el sueño al primate más avanzado que pisa ahora mismo el planeta.

 Así que nos espera un otoño de decisiones trascendentales: ¿cigüeñales de autos de los años veinte o sombreros del Imperio Austrohúngaro? Como veis la disyuntiva no es nada sencilla.

(Mariano López-Acosta)

 


viernes, 7 de agosto de 2020

Las Cantigas de Santa María



Viajemos a la Edad Media. Estamos en el siglo XIII, en la corte del rey Alfonso X el Sabio. Era éste un monarca con grandes inquietudes culturales. No pasó precisamente a la Historia como muchos de sus pares que dedicaban sus ímpetus exclusivamente a la caza o a asuntos que se gestionan de cintura para abajo.

El caso es que legó a la posteridad un buen número de interesantes iniciativas de tipo literario y cultural. A él le debemos entre otras cosas las Cantigas de Santa María, una colección de canciones escritas en galaico-portugués, la lengua por excelencia de la lírica tradicional medieval, dedicadas a la Virgen. Su culto estaba muy en boga en esa época y era fomentado sobremanera por la clerecía. Todavía no habían proliferado las devociones localistas que dieron lugar con el tiempo a tantas y tantas vírgenes, quizá algún resabio o nostalgia subliminal del politeísmo pagano, quién sabe. Entonces sólo se hablaba de Santa María, la Señora ...

(Mariano López-Acosta)

domingo, 2 de agosto de 2020

El Mundial del 70


Ahora que ha regresado el fútbol después del confinamiento, reconozco que estaba más tranquilo sin esas voces radiofónicas al borde del infarto que cantan los goles como si un meteorito fuera a estrellarse contra el planeta. Os aseguro que ya no echo de menos ni la Liga ni la Copa.

Podría recitar de memoria alineaciones y más alineaciones de los 60 y 70, he sido muy futbolero pero ahora no soporto la neurosis que nos transmiten con el partido del siglo, que resulta que se juega cada semana.
 Por ejemplo, aún recuerdo la formación del Brasil de la mítica final del mundial del 70 en México contra Italia, la del 4-1 y la apoteosis de la canarinha contra el catenaccio italiano. El esplendor en la hierba. La alineación brasileña era la que sigue: Felix; Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo; Gerson, Clodoaldo; Jair, Tostao, Pelé y Rivelino. Un 4-2-4 que algunos comenzaban a considerar muy defensivo. No imaginaban lo que vendría después.

Por aquel entonces, el juego era muy lento y el centro del campo parecía un aeropuerto vacío, con unos espacios siderales entre jugador y jugador. Cuando un equipo perdía el balón le daba tiempo a replegarse y a echar un cigarro hasta que el contrario pasaba al ataque.
El Brasil- Italia del 70 lo recuerdo como un Everest del fútbol. Al año siguiente, el Ajax de Cruyff continuaba subiendo el juego a niveles estratosféricos. La fiesta continuaba.
(Mariano López- Acosta)

De El Gráfico - El Gráfico, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=47358129



"El meu carrer" de Serrat


¿Habrá alguna canción que tenga la carga de nostalgia de "El meu carrer" de Serrat? Estamos en un barrio obrero de la Barcelona de la posguerra, el Poble Sec, en la calle Poeta Cabanyes. Allí vive el hijo de un humilde lampista viudo (que trabaja como peón en Catalana de Gas) casado en segundas nupcias con una aragonesa natural de Belchite, de familia represaliada tras la contienda civil que vino a Cataluña con algunos parientes buscando un futuro mejor. Dijo Rilke que la infancia es la auténtica patria. Y esa época queda reflejada de manera magistral en este retazo de recuerdos cantados aquí.
 Este niño, Juanito, el hijo de la "maña", recordará años después en una canción esa calle donde abrió los ojos a la vida. Donde conoció juegos y amigos, apedreando farolas, jugando a "cavall fort", coleccionando el álbum de Nestlé, descubriendo con la mirada de la curiosidad las primeras experiencias... Nos hablará de esa gente venida de sitios muy diversos que se levanta con el primer sol para trabajar, que lucha por sobrevivir en unos años oscuros y que si puede va al fútbol los domingos. Nos contará que su calle, estrecha y sucia, con balcones llenos de ropa tendida y portales que se caen a trozos, es un niño que merienda pan, aceite y azúcar. Una calle del barrio bajo. Una calle cualquiera.

(Mariano López- Acosta)

domingo, 19 de julio de 2020

Marcabrú, un trovador hermético


 
 Marcabrú, trovador gascón del siglo XII, fue de origen humilde y ejerció su arte bajo la protección de Guillermo X de Poitiers y en la corte de Alfonso VII de Castilla. Practicó el llamado "trobar clus", un modo poético críptico y oscuro, muy poco accesible para los no iniciados en ciertas claves y consignas que daba lugar a una poesía elitista y de minorías en contraposición al "trobar pla", estilo más abierto y claro, de fácil comprensión.
 Este trovador se caracterizó por una sátira muy ácida de denuncia en sus composiciones, el género poético llamado "sirventés" que practicaba como un maestro consumado, con una dialéctica temible para sus rivales.
Esta obra que traigo aquí es una "pastorela", otro tipo de obra en que el tema consiste en el encuentro galante de un caballero y una pastora. Ésta se verá sometida a los requiebros de aquel a los que se resistirá oponiendo razones morales y su deseo inquebrantable de conservar su "doncellez".
Todo esto es Edad Media en estado puro.

(Mariano López-Acosta)


Eloy Sánchez Rosillo, poeta.


La poética de Eloy Sánchez Rosillo destila la melancolía de quien contempla el paso del tiempo constatando que todo consiste en una pérdida continua, que los momentos de gozo son inefables y se alejan en una fuga perpetua camino del olvido. Una tarde de verano viajera paseando por una vieja ciudad de Europa en compañía de una adorable muchacha lleva en medio de la dicha la semilla de la futura herida que provocará la añoranza de ese tiempo esplendoroso que no habrá manera de retener, que se escapará perdiéndose camino de la eternidad y agrandará el inmenso naufragio en que se tornan las vidas antes de caer al abismo del Tiempo. 
 Pero esas verdades que ya nos recordaban los presocráticos ("nunca te bañarás dos veces en el mismo río") se tornan en los poemas de E. S. R. en delicada remembranza de instantes mitificados por la memoria por el simple hecho de que se perdieron para siempre. El pasado lo convertirá  la traicionera memoria en el paraíso perdido, en la Arcadia feliz de la que fuimos desterrados en mala hora. Y esos momentos cotidianos y rutinarios se iluminan y cobran una dimensión inesperada cuando retornan como los restos del naufragio que el mar deposita en la playa. 
Eloy Sanchez Rosillo, poeta murciano, poeta de nuestra tierra,  construye pues una obra en la que, al menos para mí, el Tiempo se erige en el gran protagonista, en la Gran Esfinge cuyos misterios nunca podremos descifrar. 
Y el nostálgico recuerdo de aquella tarde de verano paseando con la adorable muchacha por las calles y plazas de la ciudad histórica  estará en fuga por toda la eternidad cuando ya no quede memoria de ninguno de nosotros. 
(Mariano López-Acosta)

La Novena de Beethoven



Olvidémonos por un momento del famoso cuarto movimiento, el del Himno a la Alegría, y centrémonos en el primero de esta obra oceánica.

Empieza con unas tímidas notas, como de tanteo, pareciera que los músicos están todavía afinando sus instrumentos. Hay quien ha comparado este inicio a un trasunto de la Creación, un despertar, una especie de amanecer. Pero de pronto, la tonalidad se hace más sombría y el bueno de Ludwig van Beethoven descarga un puñetazo brutal encima de la mesa. Un tutti orquestal tremendo, inconmensurable, de una fuerza y un dramatismo sin precedentes, cabalgando sobre unos timbales desatados que asumen un protagonismo totalmente innovador.
La orquesta se convierte entonces en una auténtica tempestad, no hay palabras para describir tanta intensidad y tanta exaltación.
El tejido sonoro de esa descarga, de esa tormenta, tiene unos matices tan sombríos que parece que surge de una tragedia muy antigua, que aqueja al alma desde el principio de los tiempos. Y entonces, cuando más negros son los nubarrones que se ciernen sobre el espíritu del compositor, aparecen unos esperanzadores rayos de sol en forma de vientos y metales. Esas notas idílicas iluminan y crean un contraste de una belleza poco común que solo es capaz de crear un elegido.
A partir de ahí vienen luego torrenteras de notas que se despeñan y acaban en el océano orquestal, estados meditativos que terminan sublimándose en tormentas sonoras, hay variaciones del tema principal que había irrumpido al principio atronante.... como decía antes, no hay palabras que puedan describir con fidelidad esta titánica obra.
Y este primer movimiento, en el que ya nos podríamos quedar para siempre desentendiéndonos del resto de la sinfonía y gozaríamos de lo más excelso, eclipsado además por el arrastre tremendo del último y archifamoso tema coral, es solo el comienzo de algo grandioso.
(Mariano López-Acosta)


viernes, 29 de mayo de 2020

"The Ride". Amanda Palmer.

 

Dura diez minutos pero aunque durara diez horas: uno no puede resistirse a la cadencia de este vals tristísimo que va cantando casi como si murmurara un lamento Amanda Palmer. Mientras desgrana las cuentas de su letanía, esta mujer te va llegando al corazón con su belleza a la intemperie. El piano, de vez en cuando, en mitad de la salmodia, abre caminos nuevos por donde se escapa la voz que nos dice "es solo un paseo, es solo un paseo". Entonces quedas touché.

(M. L.-A.) 

"La mort de l'avi". Joan Manuel Serrat.


No hay muchas canciones con el poder evocador de La mort de l'aví (La muerte del abuelo). Joan Manuel Serrat, un auténtico principiante cuando la compuso, con la sola compañía de unas sencillas notas de guitarra y su voz que en ocasiones parece un gemido, logra recrear toda la atmósfera del rincón marinero que asiste al adiós de un viejo pescador. La playa con las barcas varadas, los aparejos, las redes, la enmudecida taberna, las comadres que rezan en la iglesia, la tristeza de los hombres del mar por la pérdida de quien era un padre para todos ellos, toda una serie de imágenes envueltas en una brisa salobre que reflejan el duelo de un pueblo de pescadores. El sentir popular sincero y espontáneo ante el gran misterio de la muerte. Y sobre todo, "el blau del mar", el azul del mar como telón de fondo de toda la canción, porque en realidad Serrat lo que hace aquí es desplegar su primera gran marina y la cadencia de las notas sería como el suave ondular del agua entre las barcas.

 Y luego, el paso del tiempo y el olvido, la vida que continúa, las pequeñas embarcaciones que vuelven a sus antiguas artes, los niños que juegan en la calle y una red que queda en la arena de la playa olvidada y que nunca más, nunca más, volverá a besar el mar.

(Mariano Löpez- Acosta)


"Las brujas y su mundo". Julio Caro Baroja.

El etnógrafo, folclorista, historiador, erudito y dominador de variados y extensos saberes Julio Caro Baroja fue un auténtico especialista en la temática relativa a la brujería. Nos lo podemos imaginar en la añeja y solariega casa familiar de Vera de Bidasoa escribiendo esta obra en la que vuelca todos los conocimientos acumulados durante mucho tiempo acerca de este inquietante e interesante mundo.
A través de sus páginas desfila la hechicería grecolatina, el mundo germano y eslavo, la obsesión medieval con el maligno, la brujería rampante en el País Vasco durante el siglo XVI, los procesos inquisitoriales a que dio lugar con todo lo relativo a las brujas de Zugarramurdi, el intento durante el siglo XVIII de poner el foco de la Razón sobre ese mundo anclado en la superstición ...
Creo que ésta ha sido una de las obras más conocidas y de más alcance mediático de las que publicó el sobrino de Pío Baroja. A Julio Caro Baroja, por otra parte se le puede considerar como uno de los mayores intelectuales del siglo XX en España. Su obra investigadora es muy prolija y toca muchos temas. Habría una línea continua que la atraviesa practicamente en su totalidad: la indagación en lo popular, en el conocimiento de lo que conforma el alma profunda del pueblo y que trasciende a través de todo tipo de manifestaciones.
Yo recuerdo este libro como una lectura de juventud. Lo que más se me ha quedado grabado es todo el capítulo referido a las brujas de Zugarŕamurdi. Venía a dar profundidad a un relato corto que había leído años atrás, de su tío Pío Baroja, titulado La dama de Urtubi perteneciente al volumen de la Colección Austral Fantasías vascas.

(Mariano López- Acosta)


sábado, 16 de mayo de 2020

El Romance del Conde Niño y El testament d'Amelia.




 Suele aparecer de forma recurrente en la literatura tradicional el asunto de la rivalidad amorosa de una madre hacia su hija por la seducción de un galán, consumada esta rivalidad en la mayoría de los casos con un final trágico. Presa de un oscuro deseo atizado por los celos, la primera, sin parar en barras, hará prevalecer su fatídico poder sobre la situación, lo que derivará en el adiós a la vida de la segunda, sublimada por un amor puro y sin tacha.
 El galán estará en general un poco a verlas venir. De los dos ejemplos que aquí traigo, en el Romance del Conde Niño, un auténtico monumento literario, el enamorado liga su destino al de la joven enamorada, lo que le acarreará finar con ella, de lo que surge otro tema muy característico en literatura, el “amor más allá de la muerte”. La versión que Paco Ibáñez hizo de este poema dio lugar a una de las mejores canciones del repertorio de los cantautores, para mí, una pequeña obra maestra. 
 En cambio, en El Testament d’Amelia tenemos un personaje, el marido de la hija, que cohabita con la madre, pensamos que en desenfrenada coyunda; los amores ilícitos de ambos llevarán al marchitamiento y trágico fin de la desdichada esposa. No tenemos elementos para considerar que no vaya a continuar en el futuro, a pesar de este triste desenlace, el placentero ayuntamiento del joven con su suegra. De hecho, Amelia deja como herencia a su madre el goce de su esposo, aunque esa dádiva está envuelta en realidad en una tristísima ironía.  El galán abandonaría los cánones del amor cortés y entraría de lleno en los territorios del Arcipreste de Hita:

“el hombre por dos cosas se mueve, la primera
por el sustentamiento, que la segunda era
haber juntamiento con hembra placentera”

El Testament d’Amelia es una canción popular catalana del siglo XIV, basada en una leyenda medieval que nos hablaría de un personaje histórico, la tercera hija de Ramón Berenguer III.  A través del tiempo ha conocido múltiples variaciones en su texto. Yo la descubrí a través de la versión que hizo Joan Manuel Serrat en su disco Cançons tradicionals, de 1967, con magníficos arreglos del director de orquesta Antoni Ros Marbà, muy alejados del historicismo musical, por cierto.
 El Testament d’Amelia  se adaptó también, desprovista ya de letra, para el repertorio de la guitarra clásica. Hay una versión canónica memorable, espléndida, del maestro Andrés Segovia.
 En el enlace que os dejo a pie de texto os dejo las tres piezas, la canción popular catalana en interpretación del Noi del Poble Sec, su adaptación para la guitarra clásica, y el Romance del Conde Niño cantado por Paco Ibáñez. 


(Texto: Mariano López- Acosta) 







(Romance del Conde Niño)

EL TESTAMENT D’AMELIA

L'Amèlia està malalta
La filla del bon rei
Comtes la van a veure
Comtes i noble gent
Ai, que el meu cor se'm nua
Com un pom de clavells
Filla, la meva filla
De quin mal us queixeu?
El mal que jo tinc, mare
Bé prou que me'l sabeu
Ai, que el meu cor se'm nua
Com un pom de clavells
Filla, la meva filla
D'això us confessareu
Quan sereu confessada
El testament fareu
Ai, que el meu cor se'm nua
Com un pom de clavells
Un castell deixo als pobres
Perquè resin a Déu
Quatre al meu germà en Carles
Dos a la Mare de Déu
Ai, que el meu cor se'm nua
Com un pom de clavells
I a vós, la meva mare
Us deixo el marit meu
Perquè el tingueu en cambra
Com ja fa molt temps que feu
Ai, que el meu cor se'm nua
Com un pom de clavells

_________________

Amelia está enferma,
la hija del buen rey.
Condes la van a ver.
Condes y gente noble.
Ay, que el corazón se me marchita
 como un ramillete de claveles.

Hija, hija mía,
 ¿de qué mal os quejáis?
El mal que yo tengo, madre,
bien que lo sabéis.
Ay, que el corazón se me marchita
como un ramillete de claveles.

Hija, hija mía,
de eso os confesaréis.
Cuando hayáis confesado,
el testamento haréis.
Ay, que el corazón se me marchita
 como un ramillete de claveles.

Un castillo dejo a los pobres
para que recen a Dios.
Cuatro a mi hermano Carlos.
Dos a la Madre de Dios.
Ay, que el corazón se me marchita
como un ramillete de claveles.

Y a vos, madre mía,
os dejo a mi marido
para que lo tengáis en vuestra alcoba
como ya hace mucho tiempo que hacéis.
Ay, que el corazón se me marchita
como un ramillete de claveles.

(Anónimo)


ROMANCE DEL CONDE NIÑO

Conde Niño por amores
es niño y pasó la mar;
va a dar agua a su caballo
las mañanas de San Juan.
Mientras el caballo bebe,
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar.
La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está:
-Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,
sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
sino es el conde Niño
que por mí quiere finar.
-Si por tus amores pena,
¡oh, malhaya su cantar!,
Y porque nunca los goce,
yo le mandaré matar.
-Si le manda matar, madre,
juntos nos han de enterrar.
El murió a la media noche,
ella a los gallos cantar;
a ella como hija de reyes
la entierran en el altar;
a él como hijo de conde
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar;
La reina llena de envidia
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.
De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par.

(Anónimo - Paco Ibáñez)