Los que ahora dicen que nos
roban el AVE nos han ido hurtando poco a poco los estratégicos trenes de
cercanías que articulan la Región de Murcia. Yo he sido testigo del creciente
deterioro que este fundamental servicio público viene sufriendo. La situación ha adquirido tintes realmente dantescos hasta llegar a esta última
semana "negra". Y es verdad, durante los pasados días he tenido
experiencias dignas de una película de acción con situaciones
tales como aquella en que una puerta de un vagón se abrió en marcha, con
viajeros de pie cerca de ella. Y esos viajeros iban de pie porque nos habían
confinado en ese compartimento ya que en otro las puertas estaban atrancadas, no se
abrían, y por seguridad nos habían desalojado. ¡¡Pues nos volvieron a recluir en el que no se podía abrir!! A todo esto el tren había salido con un retraso de
más de media hora. Igual que el de la mañana temprano, diferente pero también
con otra puerta rota que no había quien pudiera arreglar y que provocaba un
pitido permanente muy estridente.
Una tarde de esta misma semana otro asmático
convoy nos dejó tirados en la estación tres cuartos de hora y nos tuvo que
recoger un autobús.
No son hechos puntuales. El deterioro y la
degradación es creciente. En marzo, de noche, a la vuelta del trabajo los
vagones llevaban el aire acondicionado frío. Los revisores, primera víctimas de
todo esto, nos decían que su funcionamiento era automático y llevaban la
temperatura del mediodía, cuando más calor hacía. Pero era marzo y de noche.
Luego ha habido días de junio con el aire roto y con la curiosa sensación de
estar en una sauna finlandesa a las 2 de la tarde.
Ya digo, no son hechos puntuales. Es una tendencia
creciente y muy acusada. Pues bien estos que se quejan del robo de un AVE que
quizá querrían antes de las elecciones de 2019 para la suculenta foto
electoral, para los que la fragmentación traumática de una ciudad les es
indiferente, y que después de tantísimos años y tantas promesas no pueden
esperar a que la alta velocidad llegue como Dios manda, estos que ahora ponen
el grito en el cielo deberían ser conscientes del robo que están perpetrando al
dejar caerse a pedazos un servicio público imprescindible para la vertebración yel funcionamiento de esta bendita Region cual es el tren de cercamías. Que nadie
haga política con todo esto. Me es igual la coloración ideológica de quien
gobierne este asunto. Creo que unos y otros son capaces de lo peor y de lo
mejor. Sea quien sea, que se dedique a la consecución de esto último.
Comentarios
Publicar un comentario