domingo, 31 de marzo de 2019

El antiguo Egipto


 ["Pese a que el Nilo facilitaba mucho las comunicaciones, un mensaje desde la corte hasta Elefantina tardaba, como mínimo, unos ocho días. No es de extrañar que los faraones acabaran por crear una serie de divisiones administrativas para facilitar su control sobre el país y el uso de sus recursos. Actualmente a estas provincias las conocemos por la palabra griega “nomo”, si bien para los egipcios se llamaban “sepat”. Su origen se supone coetáneo a la aparición del Estado, allá por el año 3100 a. C., si bien la primera lista que se conserva con los 22 nomos del Alto Egipto y los 20 del Bajo Egipto en los cuales se divide tradicionalmente la geografía del valle del Nilo data de la V dinastía y se encuentra en el templo solar de Niuserra.  Fue justo durante el reinado de este faraón cuando los centros provinciales se convirtieron en la sede de funcionarios fijos llegados de la corte, de modo que el hallazgo tiene su lógica. (…)."

"(…). No obstante, no conviene considerar que las crecidas del Nilo eran eventos pacíficos, más bien al contrario. La inundación no alcanzaba siempre la altura perfecta, sino que era bastante irregular y ello suponía graves problemas para los egipcios. Una crecida demasiado alta significaba que las aguas lo cubrían todo, incluyendo los núcleos de población, cuyas casas, al ser de adobe, podían llegar a disolverse; sin contar las personas y animales domésticos que fallecía ahogados. En cambio, cuando la crecida era demasiado baja había muchos terrenos que se quedaban sin irrigar, lo cual limitaba mucho la capacidad de los campesinos para producir todo el alimento necesario para que no estallara una hambruna en el país. (…)."

"(…). El concepto que los egipcios tenían de los extranjeros en su imaginario venía dado por su peculiar concepto del mundo, un océano de caos que rodeaba una burbuja de orden representada por el Nilo y las tierras controladas por el faraón. Los egipcios situaban a los extranjeros en una especie de tierra de nadie entre ambos mundos, desde la que intentaban penetrar en el ordenado mundo egipcio. Al ser unos seres peligrosos, carentes de leyes y de extraño comportamiento, semejante al de los animales del desierto que el faraón iba a cazar, al hacerlo traían consigo el desorden y eso era algo que no se podía permitir. (…)."

"(...).Quizá a más de uno le pueda resultar chocante saber que los egipcios sólo contaran con un sacerdote para todo el país y todos los templos que lo salpicaban. Por extraño que parezca, en todo el valle del Nilo únicamente existía una persona capacitada para realizar en ellos los necesarios rituales para el mantenimiento del culto de los innumerables dioses del panteón egipcio, el faraón. Él era el único ser humano capacitado para actuar como intermediario entre el mundo divino y el mundo humano, teóricamente al menos, porque resulta evidente que a pesar de su rango semidivino no podía estar en todas partes a la vez. La solución fue delegar la tarea del culto diario y el de todas las ceremonias en los sacerdotes, encargándose la magia de la imagen y la escritura de que todos sus actos fueron en realidad realizados por el faraón. Basta con fijarnos en las representaciones de actos rituales en las paredes de los templos para comprobar que en ellas solo aparecen dos figuras: los dioses y el faraón rindiéndoles culto, los sacerdotes son figuras invisibles. Incluso en los textos se hace se hace hincapié en la idea: “Ra ha nombrado al rey N sobre la tierra de los vivos por toda la eternidad, para ser el que juzgue a la gente y haga ofrendas a los dioses, quien crea orden y acaba con el caos. Él hace ofrendas a los dioses y ofrendas funerarias a los benditos (= los difuntos)”.
Al no ser sino meros sustitutos que realizaban una tarea, los egipcios no necesitaron de ninguna cualidad moral relevante y mucho menos de la llamada del dios para convertirse en sacerdotes. Para actuar como tales les bastaba con seguir las instrucciones que iba recitando el sacerdote lector, gracias a las cuales el ritual siempre se desarrollaba a la perfección. (…)."]

(Textos extraídos de La vida cotidiana en el antiguo Egipto de José Miguel Parra)

Imágenes:

Avenida de esfinges en la entrada del templo de Luxor.
De Jerzy Strzelecki - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3252219

Vista del valle del Nilo
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=193734







miércoles, 20 de marzo de 2019

Bisolmed y Pectodil. Junifen y Nurofen


 No comprendo por qué se les cambia el nombre a algunas marcas de especialidades muy consolidadas. No sé si se debe a temas de patentes. Bisolmed, un medicamento muy arraigado en Pediatría, se llama ahora Pectodil. Pero muchos médicos siguen prescribiendo aún  Bisolmed. Este es el nombre que venía escrito hoy en una  receta aportada por una madre primeriza que cuando comprobaba la disimilitud de las denominaciones del papel y del cartón acondicionador miraba a su tierno infante y me miraba a mi como si una grave amenaza se cerniera sobre la criatura. Me ha observado fijamente y me ha dicho:
- Si fuera para mi no me importaría pero... es para mi hijo.
A continuación he tenido que repetir  por enésima vez el argumentario típico  utilizado para los genéricos ("llevan la misma composición, que es lo que cuenta, aunque no se llamen igual, bla,bla,bla...").

Hay otro caso muy curioso también entre medicamentos pediátricos. No sé en otros sitios pero por aquí había  niños que eran de Dalsy y otros de Junifen, igual que hay gente del Barsa y del Madrid. Pues bien, desde que esa última especialidad comenzó a llamarse Nurofen el desconcierto que se formó fue de órdago. Yo no sé qué motivos tendrían los encargados del marketing del laboratorio en cuestión para cargarse un nombre que estaba totalmente asentado en el imaginario de los clientes, con su cuota de mercado bien consolidada, para pasar a otra denominación que tiene que partir prácticamente de cero. En fin, doctores tiene la Iglesia.

(Mariano López-Acosta. Diario de una farmacia)

sábado, 9 de marzo de 2019

Cigarrillos antiasmáticos. (CIGARETTAE ANTIASTHMATICAE). FORMULARIO NACIONAL DIEFA.

 Una vieja  fórmula magistral sacada de un curioso Formulario. Este fue elaborado y recopilado por una entidad llamada DIEFA (Departamento de Investigación y Estudios Farmacéuticos Asociados) que fue un gabinete de estudios creado por varios Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Alicante y Murcia) con el objetivo de realizar informes y estudios de interés para la profesión farmacéutica. 
 Una de las primeras tareas que se propuso DIEFA fue la de crear un  formulario actualizado. Con la premura y urgencia de tiempo para su publicación y ante la ingente tarea que significaba elaborar una nueva y completa lista de Fórmulas Magistrales se optó por recurrir a la transcripción de una obra que estuviera consolidada. Se decidió utilizar el Formulario belga, considerado el más completo por aquel entonces además de que era el más reciente. 
 Una vez que se consiguieron los permisos pertinentes por parte de la A.P.B (Asociación Farmacéutica Belga), comenzaron unas negociaciones con el Ministerio de Sanidad con el fin de lograr un rango oficial para este Formulario. Estas conversaciones se iniciaron con muy buena predisposición por parte de DIEFA y Ministerio pero se fueron dilatando en el tiempo sin que se llegara a la buscada oficialidad. Al final los promotores de esta obra decidieron publicarla sin haber adquirido el caráctrer de Formulario Oficial. 
 Estamos ante un libro muy interesante que recoge más de 600 fórmulas y en el que se despliega la larga erudición y sabiduría acumulada por la profesión farmacéutica a través de varios siglos. El ejemplar que poseo es una edición de 1979. 
(Texto: Mariano López-Acosta Abellán)


martes, 5 de marzo de 2019

Las dependencias del estadio Santiago Bernabéu en 1972

 En Cuarto de Bachiller (1969/70), en los Maristas del Malecón,  tuve un compañero de pupitre que era un auténtico forofo del Real Madrid. A través de este colega supe de la existencia de una revista mensual que publicaba el club merengue, el llamado Boletín Informativo. Por otra parte, en mi casa, desde mi padre al último de mis hermanos todos profesábamos la religión blanca: no tardó mucho en entrar en nuestro hogar la mencionada publicación. 
 Guardo todavía algunos ejemplares. Uno de ellos, al que pertenece el reportaje fotográfico que viene a continuación, era un número extra que conmemoraba los veinticinco años transcurridos desde la inauguración del Estadio Santiago Bernabéu. (1947-1972). Las instantáneas que publico aquí recrean lo que entonces eran las modernas y funcionales dependencias de las que se enorgullecía el club blanco. Para mí, en la distancia temporal, estas fotografías tienen un valor sociológico inmenso. Nos retratan en cierto modo cómo era el mundo de esos años.Esas imágenes de las instalaciones madridistas intentaban proyectar una idea de progreso y solvencia, de sociedad deportiva que andaba a la vanguardia.
 Yo me tiré la infancia soñando con que el Real Murcia subiera a Primera División, se codeara con los grandes y echara raíces en esa categoría. En vista de que esos sueños nunca se llevaban a cabo puse todas mis complacencias en el Real Madrid. Muchos años después entré en un agnosticismo tal que los colores de mi antiguo equipo dejaron de preocuparme y solo me interesaba ver buen fútbol, viniera de donde viniera, a pesar incluso de que fuera protagonizado por el Dream Team de Cruyff (menuda herejía) aunque  eso restara nivel de adrenalina a las jornadas futboleras. De todas formas, en el fondo siempre tenía la oculta esperanza de que nuestro Real Murcia resurgiera de sus cenizas y nos hiciera pasar tardes inolvidables. Ahora, esa esperanza la he abandonado ya para siempre.

(Texto: © 2019 Mariano López- Acosta  Abellán)