El antiguo Egipto


 ["Pese a que el Nilo facilitaba mucho las comunicaciones, un mensaje desde la corte hasta Elefantina tardaba, como mínimo, unos ocho días. No es de extrañar que los faraones acabaran por crear una serie de divisiones administrativas para facilitar su control sobre el país y el uso de sus recursos. Actualmente a estas provincias las conocemos por la palabra griega “nomo”, si bien para los egipcios se llamaban “sepat”. Su origen se supone coetáneo a la aparición del Estado, allá por el año 3100 a. C., si bien la primera lista que se conserva con los 22 nomos del Alto Egipto y los 20 del Bajo Egipto en los cuales se divide tradicionalmente la geografía del valle del Nilo data de la V dinastía y se encuentra en el templo solar de Niuserra.  Fue justo durante el reinado de este faraón cuando los centros provinciales se convirtieron en la sede de funcionarios fijos llegados de la corte, de modo que el hallazgo tiene su lógica. (…)."

"(…). No obstante, no conviene considerar que las crecidas del Nilo eran eventos pacíficos, más bien al contrario. La inundación no alcanzaba siempre la altura perfecta, sino que era bastante irregular y ello suponía graves problemas para los egipcios. Una crecida demasiado alta significaba que las aguas lo cubrían todo, incluyendo los núcleos de población, cuyas casas, al ser de adobe, podían llegar a disolverse; sin contar las personas y animales domésticos que fallecía ahogados. En cambio, cuando la crecida era demasiado baja había muchos terrenos que se quedaban sin irrigar, lo cual limitaba mucho la capacidad de los campesinos para producir todo el alimento necesario para que no estallara una hambruna en el país. (…)."

"(…). El concepto que los egipcios tenían de los extranjeros en su imaginario venía dado por su peculiar concepto del mundo, un océano de caos que rodeaba una burbuja de orden representada por el Nilo y las tierras controladas por el faraón. Los egipcios situaban a los extranjeros en una especie de tierra de nadie entre ambos mundos, desde la que intentaban penetrar en el ordenado mundo egipcio. Al ser unos seres peligrosos, carentes de leyes y de extraño comportamiento, semejante al de los animales del desierto que el faraón iba a cazar, al hacerlo traían consigo el desorden y eso era algo que no se podía permitir. (…)."

"(...).Quizá a más de uno le pueda resultar chocante saber que los egipcios sólo contaran con un sacerdote para todo el país y todos los templos que lo salpicaban. Por extraño que parezca, en todo el valle del Nilo únicamente existía una persona capacitada para realizar en ellos los necesarios rituales para el mantenimiento del culto de los innumerables dioses del panteón egipcio, el faraón. Él era el único ser humano capacitado para actuar como intermediario entre el mundo divino y el mundo humano, teóricamente al menos, porque resulta evidente que a pesar de su rango semidivino no podía estar en todas partes a la vez. La solución fue delegar la tarea del culto diario y el de todas las ceremonias en los sacerdotes, encargándose la magia de la imagen y la escritura de que todos sus actos fueron en realidad realizados por el faraón. Basta con fijarnos en las representaciones de actos rituales en las paredes de los templos para comprobar que en ellas solo aparecen dos figuras: los dioses y el faraón rindiéndoles culto, los sacerdotes son figuras invisibles. Incluso en los textos se hace se hace hincapié en la idea: “Ra ha nombrado al rey N sobre la tierra de los vivos por toda la eternidad, para ser el que juzgue a la gente y haga ofrendas a los dioses, quien crea orden y acaba con el caos. Él hace ofrendas a los dioses y ofrendas funerarias a los benditos (= los difuntos)”.
Al no ser sino meros sustitutos que realizaban una tarea, los egipcios no necesitaron de ninguna cualidad moral relevante y mucho menos de la llamada del dios para convertirse en sacerdotes. Para actuar como tales les bastaba con seguir las instrucciones que iba recitando el sacerdote lector, gracias a las cuales el ritual siempre se desarrollaba a la perfección. (…)."]

(Textos extraídos de La vida cotidiana en el antiguo Egipto de José Miguel Parra)

Imágenes:

Avenida de esfinges en la entrada del templo de Luxor.
De Jerzy Strzelecki - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3252219

Vista del valle del Nilo
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=193734







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