sábado, 31 de diciembre de 2016

El "grito" de Saura



["Antonio Saura, miembro fundador del grupo El Paso en Madrid, realizó un tipo de pinturas, en el seno del informalismo, en las que restos de figuración se conjugan con el arte abstracto. Se trata de obras de gran formato pintadas en negro y gris sobre blanco. La fuerza de las pinceladas gestuales de sus composiciones puede equipararse a la que poseen las de los expresionistas abstractos norteamericanos, como De Kooning o Kline.
 Grito nº 7 es una obra que, como la mayoría de las de Saura, pertenece a una serie dedicada a un único tema. Gracias al título puede saberse que el artista toma como punto de partida para su personal interpretación aquella famosa pintura del siglo XIX de Edvard Munch. El desgarro que ya se percibía en la obra del artista noruego se halla aquí potenciado. El contenido de su obra se inscribe en una línea de denuncia desmitificadora, con frecuentes alusiones históricas y una constante utilización del tremendismo."]
 ("Arte español e hispanoamericano del siglo XX". LOURDES CIRLOT)
Grito nº 7. (1959) Antonio Saura
Óleo sobre tela (195 por 130 cm). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. 

domingo, 18 de diciembre de 2016

Leda y el cisne


El episodio mitológico de “Leda y el cisne” ha dado muchísimo y variado juego iconográfico. Ya sabemos la historia: Zeus, el dios de más rango, el que dispara a todo lo que se mueve, se encapricha de la bella Leda que pasea su hermosura por las orillas del río Eurotas. El subterfugio que utiliza en esta ocasión el promiscuo inmortal para llegar a su objeto de deseo consiste en  transmutarse en un bello e inocente cisne.  Como se puede suponer, Leda no se escapa ni por pienso de esta extravagante estratagema del  líder de los dioses. 
 La escena del previo a esta coyunda antinatura, como decimos, ha dado lugar a muchas obras maestras de la historia del arte en muy diversos campos (escultura, pintura, fotografía, literatura...) y ha sido tratada por numerosos artistas de múltiples épocas y variados estilos. La lista es interminable. El tema atraviesa siglos de pintura e innúmeros creadores dan su visión personal de este curioso capítulo (como todos en realidad) de la mitología clásica. 
 He estado un buen rato ojeando versiones para ver cuál colgaba al final. (Hay una muy curiosa de Boucher fácilmente encontrable en internet que al final he descartado por ser demasiado explícita). Aquí va una de ellas, no de las más habituales por cierto.
(Leda y el cisne. Johann Hoffman)

jueves, 15 de diciembre de 2016

Cleopatra vista por Hans Makart


La de ríos de tinta que ha hecho correr esta buena mujer, Cleopatra Filopator, la chica de los Ptolomeos, la seductora de todo gran prócer romano que se dignara visitar el país de las pirámides. Aquí está con su áspid dispuesta a cumplir con el guión y pasar a mejor vida.
 El autor es Hans Makart, un auténtico crak, el que partía el bacalao en la pintura de  la Viena de los setenta del siglo XIX. Academicista de pro, referencia nada menos que de  Gustav Klimt y otros grandes pintores austríacos, aunque no suene ahora tanto entre el gran público hay que reconocer que en su tiempo era una auténtica celebridad, todo un factótum de la vida cultural vienesa.

(Texto: © Mariano López A. Abellán)

“La muerte de Cleopatra”.
Hans Makart, (28 de mayo de 1840, Salzburgo - 3 de octubre de 1884, Viena)

martes, 13 de diciembre de 2016

Academicistas versus impresionistas


“Fedra” (1880).
Alexandre Cabanel (Montpellier 28 de septiembre de 1823 - París 23 de enero de 1889)

 Pongámonos en la piel de un bienpensante burgués del París decimonónico. Después de salir escandalizados de una exposición montada por esos excéntricos, provocadores y epatantes pintores impresionistas nos dirigimos, con la intención de olvidar tanta degeneración, al Salón parisino donde expone, entre otros, Alexandre Cabanel. “Ah, por fin”-pensamos- “Esto es arte y belleza que ilumina el espíritu y no el amasijo de paletadas y brochazos de esos locos de los que tanto se habla últimamente...” Bueno, bromas aparte, la Historia les dio la razón, como se ha visto, a esos transgresores que le dieron una vuelta de tuerca a la pintura de su tiempo. Pero no me digáis de todas formas que no estamos ante una obra maestra al contemplar esta “Fedra” del academicista pintor de Montpellier, tan enemigo y tan enfrentado, por cierto, a Manet en particular y a los impresionistas en general.

(Texto: © Mariano López A. Abellán)

viernes, 9 de diciembre de 2016

Los Prerrafaelitas y la leyenda del Rey Arturo




El último sueño de Arturo en Avalon. (1881-1898)  Edward Burne-Jones (1833-1898)

La llamada “Materia de Bretaña”, con todas las derivaciones y variables del Ciclo artúrico, atraviesa los oscuros siglos medievales y llega hasta nuestros días. Los Prerrafaelitas no fueron inmunes a su poder de fascinación. Esta obra, por cierto, estuvo expuesta en el Museo del Prado durante el 2009. He de confesar que verla al natural impresiona. Diecisiete años tardó su autor en realizarla. 

jueves, 24 de noviembre de 2016

La leyenda de María Magdalena según una pintura del Trecento




El desembarco de santa Magdalena en Marsella (hacia 1310)
Maestro de santa Magdalena (discípulo de Giotto).
Fresco en la capilla de la Magdalena. Asís, San Francisco. Basílica inferior.

"El maestro de la Capilla de la Magdalena supo encauzar su arte de forma que se condensaran los diversos escenarios de la narración de un viaje en el amplio paisaje de una sola imagen. El elemento más importante, en el que se centra la atención, es la barca de cascarón curvo y exageradamente abultado, carente de remos y velas, que parece ir a la deriva alejándose de los abruptos acantilados hacia el puerto situado a la derecha; va como remolcada por dos ángeles que, suspendidos en el aire y antecediéndola, parecen tirar de sendas maromas invisibles. De forma similar, según la leyenda, María Magdalena y su séquito fueron apartados de las costas de Asia Menor y arrastrados por designio divino hasta arribar a Marsella. Ambos ángeles, identificados como pilotos celestiales por su posición sobre la torre del faro, realizan precisamente la maniobra de separarse, dirigiéndose el del fondo hacia la ciudad, mientras que el delantero inicia una amplia curva, cuyo objetivo -a juzgar por la dirección de su mirada- es la pequeña isla rocosa situada a la izquierda, en primer término. Esta maniobra, que se desarrolla precisamente sobre la bahía del puerto, tiene su paralelismo visual en la curva que describen las líneas del macizo rocoso del fondo. El ondulado contorno del cabo situado en el plano posterior y el movimiento paralelo al mismo que describen los minúsculos porteadores hacen desviar la mirada hacia la ciudad. A su vez, los contornos de la parte delantera de la costa hacen volver la mirada hacia la isleta desprovista de vegetación, a la que se dirige el ángel delantero. Esta duplicidad en la divergencia de las líneas directrices refleja la dualidad de trayectos propia de la leyenda. El principal de ellos finaliza en Marsella, donde María Magdalena se asentó y logró con su predicación convertir al propio gobernador (su imagen sentada en la barca y reconocible por el nimbo tiene la mirada fija en la ciudad). El trayecto secundario lo constituye el viaje emprendido por el gobernador, ya casi convertido, y por su esposa embarazada hasta Roma (con el fin de recoger allí un escrito de manos de San Pedro que acreditaba a María Magdalena) y el milagro que se produjo por el camino (la mujer del gobernador dio a luz y murió en el viaje de ida, fue depositada con el neonato en una isla y encontrada a la vuelta por su marido en el momento en que se levantaba de su lecho de muerte). Coincidiendo con el hecho de que en la "isla de la muerte" se hizo escala tanto a la ida como al regreso, el fresco presenta además de una dirección de lectura que parte de la ciudad y se dirige a la isla, otra inversa, que arranca del ángulo inferior izquierdo de la composición. El significado secundario de dicha dirección de lectura se manifiesta en lo casi imperceptible de sus elementos más relevantes; el observador que sigue las líneas directrices lo percibe sólo cuando llega a posar su mirada en la isleta: descubre entonces un barco atracado en la orilla izquierda de la misma, con las velas ya arriadas y del que desciende un hombre que se identifica como el gobernador. Apegándose fielmente a la leyenda, de su brazo extendido huye el niño -que entre tanto ha cumplido dos años- hacia su madre, cuya doble silueta tiene la curiosa propiedad de reproducir a la vez el cadáver envuelto y la mujer que resucita con la cara descubierta.
 Este fresco es el ejemplo por excelencia de la pintura "erudita". Aunque el tema en sí, inspirado en el texto de una leyenda, hubiera bastado para crear todo un ciclo y llenar con él la capilla, gracias a la hábil disposición de los detalles del lugar y de la acción reduciéndolos a un espacio mínimo, el fresco logra evocar los elementos principales de la historia y conferirles el mismo sinuoso recorrido de que se sirve la mano de Dios para realizar los grandes milagros mediante la intercesión de los santos. Su ejecución implica un trabajo intelectual previo, que se realizó simultáneamente tanto en el plano filológico como en el meramente visual ."
  Alexander Perrig y otros.  "El arte en la Italia del Renacimiento". Editado por Rolf Toman. (Ullmann)

sábado, 12 de noviembre de 2016

Lavoisier, padre de la Química.



  Antoine-Laurent de Lavoisier (París, Francia, 26 de agosto de 1743-ibídem, 8 de mayo de 1794) está considerado como el padre de la Química moderna. A partir de él pasamos de los conceptos relacionados con la Alquimia, con  la teoría del Flogisto, etc,  a la visión científica actual.
 Enunció el Principio de conservación de la masa, o ley de Lavoisier:
"La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma".
  Esto que parece tan sencillo, en su tiempo fue una auténtica revolución. Venía a decir que el número de átomos que hay al comienzo de una reacción química  se mantiene inalterable al término de la misma. Simplemente ha habido una reordenación que ha dado lugar a la transformación de unas sustancias en otras. Es decir, la suma de la masa de los reactivos es igual a la suma de la masa de los productos resultantes.
  Logró demostrar entre otras muchas cosas, utilizando un calorímetro de hielo, que la respiración era en realidad un proceso de combustión lenta en la que se originaba dióxido de carbono y agua con liberación de calor. Esto fue en 1785 y en colaboración con Laplace.
  Miembro del cuerpo de recaudadores de impuestos, no pudo evitar la dinámica implacable del Terror. Fue detenido por la Convención y ejecutado.

 "Retrato de Antoine Lavoisier y su esposa" ("Portrait d'Antoine-Laurent Lavoisier et de sa femme")  1788
 Jacques-Louis David-  Museo Metropolitano de Arte. Nueva York.

Los retratos ecuestres de Napoleón. Jacques-Louis David






(Versiones del Palacio de Charlottenburg en Berlín (1801) y Belvedere en Viena (1803)  respectivamente )

 Napoleón cruzando los Alpes
 Con este nombre se alude a un grupo de cinco obras de arte, que son otras tantas versiones de un retrato ecuestre de Napoleón Bonaparte, realizadas por Jacques-Louis David .
 Hacía poco tiempo que el militar corso había tomado el poder constituyéndose en Primer Cónsul (lo de Emperador tardaría algún tiempo en llegar) -el  18 brumario (9 de noviembre) de 1799- cuando decidió retomar la campaña militar en Italia para recuperar los territorios ocupados por las tropas austríacas. Este lienzo correspondería a una escena idealizada de su travesía de los Alpes por el Paso de San Bernardo en su camino hacia tierras italianas. Tras diversas vicisitudes esta singladura concluyó con la decisiva victoria en la batalla de Marengo.
(Texto: © Mariano López A. Abellán)


Esto es lo que dice textualmente sobre esta obra de arte la actual Biblioteca de Alejandría, la Wikipedia:

 "La instalación de Napoleón como Primer Cónsul y la victoria francesa en Italia permitieron un acercamiento a Carlos IV de España. Mientras se llevaban a cabo negociaciones para restablecer relaciones diplomáticas, tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos. Carlos recibió unas pistolas realizadas en Versalles, ropajes de los mejores sastres parisinos, joyas para la reina, y un magnífico conjunto de armadura para el recientemente vuelto a nombrar primer ministro Manuel Godoy. A su vez, a Napoleón le ofrecieron dieciséis caballos españoles de los establos reales, retratos del rey y la reina ejecutados por Goya, y el retrato que se iba a encargar a David. El embajador francés en España, Charles-Jean-Marie Alquier, pidió la pintura original a David de parte de Carlos. El retrato colgaría en el Palacio Real de Madrid como símbolo de la nueva relación entre los dos países. David, que había sido un ardiente defensor de la Revolución pero que había transferido su fervor al nuevo Consulado, estaba deseando aceptar el encargo.Al conocer la petición, Bonaparte pidió a David que pintara otras tres versiones más: una para el Palacio de Saint-Cloud, una para la biblioteca de Los Inválidos, y una tercera para el palacio de la República Cisalpina en Milán. Una quinta versión fue realizada por David y permaneció en varios de sus talleres hasta su muerte.  El original permaneció en Madrid hasta 1812, cuando lo expolió José Bonaparte después de abdicar como Rey de España. Se lo llevó consigo cuando marchó al exilio a los Estados Unidos, y colgó en su finca de Point Breeze, cerca de Bordentown, New Jersey. La pintura fue pasando de un descendiente a otro hasta 1949, cuando su sobrina bisnieta, Eugenie Bonaparte, lo legó al museo del castillo de Malmaison.La versión creada para el castillo de Saint-Cloud de 1801 fue llevada en 1814 por soldados prusianos bajo el mando de von Blücher quien se lo ofreció al rey de Prusia. Actualmente se encuentra en el palacio de Charlottenburg en Berlín.La copia de 1802 para Los Inválidos se quitó y se llevó a un almacén durante la restauración de los Borbones de 1814; pero en 1837, por orden de Luis Felipe, volvió a colgarse en su recientemente creado museo en el palacio de Versalles, donde permanece hasta ahora.La versión de 1803 fue llevada a Milán pero confiscada en 1816 por los austriacos. No obstante, los milaneses rehusaron entregarla y permaneció en la ciudad hasta 1825. Finalmente fue instalada en el Belvedere en Viena en 1834. Allí permanece actualmente, formando parte de la colección de la Galería de Arte Austríaco.La versión que conservó David hasta su muerte en 1825 se exhibió en el Bazar Bonne-Nouvelle en 1846 (donde fue destacada por Baudelaire). En 1850 fue ofrecida al futuro Napoleón III por la hija de David, Pauline Jeanin, y la instalaron en el Palacio de las Tullerías. En 1979, fue entregada al museo en el palacio de Versalles." (Fuente: Wikipedia)

Napoleón cruzando los Alpes (también conocido como Napoleón en el paso de San Bernardo, Bonaparte cruzando los Alpes, Retrato ecuestre de Bonaparte en el monte Saint-Bernard)

Jacques-Louis David, 1801.
Óleo sobre lienzo (260 cm × 221 cm) Palacio de Charlottenburg, Berlín, Alemania

Jacques-Louis David, 1803
Óleo sobre lienzo. Palacio de Belvedere. Viena. Austria
De Jacques-Louis David - The Yorck Project: 10.000 Meisterwerke der Malerei. DVD-ROM, 2002. ISBN 3936122202. Distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=150005


De Jacques-Louis David - Google Art Project, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38872895

De Jérôme-Martin Langlois - Web Gallery of Art:   Image  Info about artwork, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2312795


 

martes, 8 de noviembre de 2016

El jardín medieval: "María en el huerto cerrado, con santos".



 Esta obra expone varios paradigmas vitales y estéticos que marcaron muchas tendencias en la sociología medieval a partir del siglo XIII. Veamos qué dicen al respecto Rose-Marie & Rainer Hagen en su interesante libro : "Los secretos de las obras de arte":

 ["El cuadro mide 26,3 por 33,4 centímetros, (...). Conservado en el Städel Museum, fue realizado hacia 1410 y muestra un pequeño fragmento del mundo de entonces: un rincón del jardín rodeado por las murallas de un castillo. Por aquella época los castillos servían de refugio. En general los conflictos entre los nobles no eran solucionados por mediación del emperador o los tribunales, sino a través de ataques y defensas. Las luchas formaban parte de la vida a todos los niveles. Las murallas de este jardín apacible forman una barrera contra el mundo de la violencia.
 El desorden y las incomodidades de la vida cotidiana también se quedan fuera: los excrementos de los caminos, los perros y los cerdos errantes, la fetidez , la falta de espacio, la oscuridad y el frío de las casas, el espectáculo de la enfermedad y la pobreza. El idilio del jardín ofrece la otra cara de la vida diaria.Hacia 1410 los jardines donde disfrutar de la vida no estaban tan extendidos como hoy día. Las tropas de ocupación romanas los habían dado a conocer en el norte, pero desaparecieron con la caída del Imperio romano y los desórdenes provocados por las grandes invasiones bárbaras. Los conventos volvieron a difundir el gusto por el jardín más allá de los Alpes, pero se centraba más en su utilidad que en su belleza. En el jardín cuadrado de los claustros se cultivaban hierbas medicinales y aromáticas, en el centro se encontraba una fuente y una parte del terreno se dedicaba generalmente a las tumbas de los hermanos de la orden. (...).  Solo hacia el año 1200 el jardín volverá a ser descubierto como un lugar de ocio y diversión. Ante todo debía ser hermoso para que el visitante disfrutara del placer de pasear. San Alberto Magno (h. 1200-1280), el sabio teólogo de Colonia, propagó este tipo de jardín y muchos de sus consejos se encuentran reflejados en el cuadro María en el huerto cerrado, con santos pintado dos siglos más tarde por un maestro renano anónimo. Así pues, "debería disponer de un alto con hierba y repleto de florecillas (...) adecuado para sentarse y disfrutar con deleite del reposo". Los árboles no deberían estar muy juntos unos de otros "porque la ausencia de una ligera brisa podría perjudicar el bienestar". Un "jardín de las delicias" debía contar también con "un pozo rodeado de piedras (...) porque su pureza es fuente de mucho placer".](Texto extraído de :"Los secretos de las obras de arte". Rose-Marie & Rainer Hagen. Taschen.)
María en el huerto cerrado, con santos o Jardín del Paraíso (h. 1410) Pintor anónimo del siglo XV conocido con el sobrenombre de "Meister des Paradiesgärtleins": "Maestro del Paraíso de Fráncfort" o "Maestro del Jardín del Paraíso".Städel Museum. Fráncfort. Alemania  
De Upper Rhenish Master - The Yorck Project: 10.000 Meisterwerke der Malerei. DVD-ROM, 2002. ISBN 3936122202. Distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=155256
 [Wikipedia: "El cuadro representa el tema religioso de María como una delicada y débil virgen encerrada en su jardín, hortus conclusus o jardín cerrado que es símbolo de su virginidad. No obstante, el pintor ha tratado el tema cambiándolo de manera extraña. Al contrario de lo que era usual en las representaciones de la época, María no es el centro de la pintura, sino que permanece en la esquina superior izquierda, leyendo un libro. Está rodeada de santos. Santa Dorotea está cogiendo cerezas detrás; Santa Bárbara coge agua de un pozo; santa Catalina sostiene un salterio, en el que Jesús Niño pulsa las cuerdas. A los pies de san Jorge hay un milano muerto y a los del arcángel Miguel un pequeño demonio negro. En un tronco se apoya san Osvaldo.El Jardín del Paraíso es una de las primeras pinturas en la que las plantas se representan de manera realista. Todas se reconocen fácilmente. La mayor parte de ellas son plantas marianas, es decir, de aquéllas que están entre los símbolos de la Virgen. Junto al muro pueden reconocerse claramente distintos tipos de pájaros."] 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Karl Friedrich Schinkel (1781-1841), pintor y arquitecto del Berlín prusiano.

 


Arquitecto y pintor , Karl Friedrich Schinkel modeló y diseñó gran parte de los edificios más emblemáticos del Berlín prusiano. Abandonó la pintura tras el final de las guerras napoleónicas y se dedicó en cuerpo y alma a la arquitectura. Sus construcciones, de un austero clasicismo, marcaron decisivamente la estética de la capital alemana.

(Imagen: "Catedral sobre una ciudad" (1813). Karl Friedrich Schinkel. Neue Pinakothek. Múnich.)

 
 

jueves, 3 de noviembre de 2016

Tullio Lombardo, un escultor del Renacimiento.


 "El Doble busto-retrato esculpido en altorrelieve entre 1490 y 1510 lleva su firma; se conserva en el Museo Cà' d´Oro de Venecia y representa a una joven pareja. Se inspira más en los dobles retratos esculpidos en las tumbas de la Antigüedad que en los dobles retratos de la pintura del norte de Europa, ya que a estos últimos les es ajena la expresión clásica con que los caracteriza aquí el escultor. Por una parte, su confección all'antica, que se expresa tanto en la forma del busto como en la desnudez, traslada a la pareja a la esfera de la mitología clásica. Han sido identificados como Baco y Ariadna, y existe una pieza comparable, también del cincel de Tullio, en el Museo de Historia del Arte de Viena. Por otra parte, también cabe calificarlos como retratos de personajes de la época caracterizados a la manera antigua. En este sentido, ese doble busto-retrato se interpreta como el autorretrato de Tullio acompañado por su esposa. Finalmente, hasta la fecha no se ha podido esclarecer de manera satisfactoria el enigma de ambas imágenes." Uwe Geese. "La escultura del Renacimiento italiano" ("El arte en la Italia del Renacimiento") Editado por Rolf Toman (Ullmann)


 Doble busto-retrato. (1490-1510). Tullio Lombardo (h. 1455 - 1532)
Mármol. (47 cm de alto por 50 cm de ancho)
Museo Cà' d'Oro. Venecia

domingo, 16 de octubre de 2016

El Nobel de Bob Dylan


 Es posible que en el tiempo en que un auténtico genio de la pintura decoraba las paredes de la cueva de Altamira,  por las noches, junto al fuego, alguien contaba historias que si se transcribieran hoy en día serían reconocidas como auténticas obras maestras de la Literatura Universal. Pero las palabras se las lleva el viento y esas posibles cumbres literarias  nunca podrán ser incluidas en ningún programa de estudios de la historia de las letras. Seguro que a lo largo de los siglos hay muchísima más literatura oral que literatura escrita en un hipotético cómputo global de esta resbaladiza disciplina. 
 ¿Que le dan el Nobel a Bob Dylan?. Pues muy bien. Yo no tendría nada que objetar si Gonzalo de Berceo fuera un contemporáneo nuestro que hubiera publicado Los Milagros de Nuestra Señora y el resto de su obra bajo el formato de canciones grabadas en Cds. Si le dieran el Nobel por esas composiciones lo vería como una decisión justa. Aquí la cuestión es otra. Olvidémonos pues del vehículo. La cuestión estriba en si la obra de Bob Dylan tiene el nivel literario suficiente como para poder ser considerada  una cima de las letras merecedora del galardón.  No conozco el “corpus” creativo del cantante de Minnesota, así que me abstengo de opinar. 
 De todas formas, y aquí me mojo, ya puestos yo le habría otorgado el Nobel a Georges Brassens. Ya consiguió, por cierto, en su momento el Premio Nacional de Poesía en Francia.

(Imagen: De Alberto Cabello from Vitoria Gasteiz - Bob Dylan, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11811170)

Esta es la letra original de la canción más emblemática del cantante estadounidense junto con una de tantas traducciones que circulan por la red:

How many roads must a man walk down
Before you call him a man
How many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand
How many times must the cannonballs fly
Before they are forever banned
The answer, my friend, is blowing in the wind
The answer is blowing in the wind
How many years can a mountain exist
Before it is washed to the sea
How many years can some people exist
Before they're allowed to be free
How many times can a man turn his head
And pretend that he just doesn't see
The answer, my friend, is blowing in the wind
The answer is blowing in the wind
How many times must a man look up
Before he can see the sky
How many ears must one man have
Before he can hear people cry
How many deaths will it take 
Till he knows
That too many people have died
The answer, my friend, is blowing in the wind
The answer is blowing in the wind
Bob Dylan - Blowing in the wind

Cuántos caminos debe recorrer un hombre,
antes de que le llames "hombre"
Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.
La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,
la respuesta está flotando en el viento.
Cuántos años puede existir una montaña,
antes de que sea lavada (arrasada) por el mar.
Cuántos años pueden vivir algunos,
antes de que se les permita ser libres.
Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
y fingir que simplemente no lo ha visto.
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.
Cuántas veces debe un hombre levantar la vista,
antes de poder ver el cielo.
Cuántas orejas debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.
Cuántas muertes serán necesarias, 
antes de que él se de cuenta,
de que ha muerto demasiada gente.
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.
Bob Dylan - Blowing in the wind - Flotando en el viento

sábado, 24 de septiembre de 2016

Sobre Sócrates




 Leo la célebre anécdota de Sócrates. Lo condenan a muerte, al veneno de la cicuta, por hacer pensar a la juventud ateniense. Por corromperla, según los mandamases de la época. La última noche previa a la ejecución, y ante la desesperación de sus discípulos, se dedica a aprender una difícil melodía para flauta. Ante la perplejidad de sus amigos dice lo siguiente: "No me quiero morir sin aprender esta música". Desde luego, como diría el otro, "se non è vero, è ben trovato". 
 En realidad, todos nos comportamos en mayor o menor medida como Sócrates. La diferencia estriba en que éste sabía la hora fija de su muerte y nosotros no. ¡Menuda diferencia!
 A Sócrates se le atribuye también una famosa frase "Sólo sé que no sé nada". Estas palabras encierran todo un sistema filosófico: Replantéatelo todo. No des nada por verdadero sin antes analizarlo desde una mirada nueva desprovista de prejuicios. Aléjate para ver mejor y con más perspectiva. Que los árboles no te impidan ver el bosque.
 Era también un modo de ironía mediante la cual, en sus conversaciones, fingiendo desconocerlo todo, lo preguntaba todo. Es la base de la “mayéutica”, su sistema de enseñanza, que partía de asumir una ignorancia previa sobre los temas y conceptos a tratar para iniciar un diálogo que planteaba interrogantes cuya resolución remitía a otros interrogantes que poco a poco acercaban y alumbraban el verdadero conocimiento. 
 No dejó Sócrates obra escrita. Lo que sabemos de él se debe, en su mayor parte, a su discípulo Platón. Según parece deambulaba por las calles y las plazas dialogando con la gente, abriendo la mente de sus interlocutores con su forma característica de partir de cero a la  hora de acercarse al concepto objeto de debate.
 Según el filósofo la  búsqueda del conocimiento partiendo de la ignorancia encierra una suerte de ética, de moral,  que descansa en el hecho de que el ejercicio del bien implica conocerlo, conlleva una sabiduría previa para discernirlo y acercarse a él tras abandonar su desconocimiento.
 Sócrates había nacido en Atenas en el 470 a. C. y falleció en el 399 a. C.

  Un amigo mío burlón parodiaba su célebre  frase: " Sólo sé que Sócrates no sabía nada".

(Texto: ©2018 Mariano López A. Abellán)

(Imagen: La muerte de Sócrates.(1787).  Jacques-Louis David )
De Jacques-Louis David - http://www.metmuseum.org/collection/the-collection-online/search/436105, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=28552

[Wikipedia: 
 Sócrates de Atenas  (470 a. C.-399 a. C.) fue un filósofo clásico ateniense considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia.
Biografía
Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C., la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco —motivo por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’)—, de profesión cantero, y de Fainarate, comadrona, emparentados con Arístides el Justo.

Según Plutarco, cuando Sócrates nació, su padre recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos. No obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una tradición popular muy posterior.4

Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral.[cita requerida]

Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Nº 8. (1952). Mark Rothko

  

Nº 8.   (1952). Mark Rothko.  Óleo sobre lienzo.  (205.1 x 173 cm). Colección privada.

 A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, el centro de gravedad de las vanguardias artísticas se desplaza al otro lado del Atlántico. La vieja Europa -y en concreto París-  le cedía el testigo de la innovación pictórica a las dos costas (atlántica y pacífica) estadounidenses. Surge un potente movimiento denominado Expresionismo abstracto que copará mucha de  la energía creativa de los años de la posguerra mundial y los posteriores. 
 Uno de sus más conspicuos integrantes (aunque él renegará de las clasificaciones y no se sentirá adscrito a ningún grupo) es Mark Rothko. Emigrante judío nacido en 1903, procedente del imperio zarista ruso, recala en Nueva York donde desarrolla una fulgurante carrera. Su cotización en el mercado del arte desde entonces ha ido subiendo  de manera espectacular. Es paradójico, contemplando las astronómicas cotizaciones actuales de sus obras,  que cuando decidió consagrar su vida a la pintura de manera total, apostando por hacer de su vocación artística el sentido de su existencia,  recibiera la incomprensión de su familia que no entendía esa postura en medio de la Gran Depresión económica que marcó el periodo de Entreguerras. 
  Rothko es conocido sobre todo  por sus grandes lienzos de rectángulos cromáticos que ocuparon los veinte últimos años de su vida. Con ellos pretendía expresar las grandes emociones humanas que él resumía en tres: “Tragedia, éxtasis y fatalidad”.
  Inmerso en una gran crisis depresiva se suicidó en 1970.

   (Texto: © 2018 Mariano López-  Acosta Abellán)
                                  
 ["Mark Rothko fue uno de los máximos representantes de la abstracción americana. A través de su personal lenguaje pictórico, que enlazaba con la tradición europea de lo sublime, el artista quería expresar las más básicas emociones universales, como la tragedia o el éxtasisMarkus. Rothkovitz nació en Rusia en el seno de una familia judía que emigró a Oregón en 1910; a partir de 1940 firmó sus obras como Mark Rothko. Aunque estudió con Max Weber en la Art Students League de Nueva York en 1924, siempre se consideró un pintor autodidacta. De 1929 hasta 1952 ejerció como profesor de arte en algunos centros de Nueva York, para lo cual desarrolló un particular programa de enseñanza. En los años treinta su pintura estaba dominada por un tipo de figuración expresionista. En 1935 fue fundador, junto a Adolph Gottlieb, Ilya Bolotovsky y Louis Harris, del grupo The Ten, cuya principal finalidad iba dirigida a la organización de exposiciones de sus miembros. Las muestras Cubism and Abstract Art y Fantastic ArtDada, Surrealism, organizadas en 1936 por Alfred J. Barr en el Museum of Modern Art, ejercieron una enorme influencia sobre él y su obra derivó hacia planteamientos surrealistas. Tras la Segunda Guerra Mundial, conoció a Clyfford Still y ambos comenzaron a investigar las posibilidades de la color field painting (pintura de campos de color). Hacia 1950, Rothko ya había abandonado las referencias figurativas y había comenzado a desarrollar la personal abstracción que definiría desde entonces su pintura. En sus grandes lienzos, amplios campos de color rectangulares de perfiles indefinidos flotan suspendidos sobre fondos monocromáticos.Rothko se vinculó a la galería de Peggy Guggenheim, Art of This Century, y pronto se le reconocería como uno de los principales componentes de la emergente Escuela de Nueva York. En 1961 el Museum of Modern Art de Nueva York organizó una exposición retrospectiva de su pintura.A lo largo de su vida Rothko recibió varios encargos de pintura mural: para la Harvard University, Cambridge, en 1961, y para una capilla en Houston, en 1964, que tras la muerte del artista se convertiría en la Rothko ChapelA finales de los años sesenta, en medio de una crisis depresiva, pintó una serie de obras con pintura acrílica negra que evocaban su profunda melancolía. Incapaz de superar este estado de ánimo, terminaría suicidándose en 1970." Fuente: Web oficial del Museo Thyssen Bornemisza]

miércoles, 24 de agosto de 2016

"Aristóteles contemplando el busto de Homero" (1653). Rembrandt



De Rembrandt - Desconocido, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=157799

 Es curioso cómo una estética  tan tenebrista, en la que apenas se distingue una tenue luz, da cuenta de dos cimas de las letras y la filosofía emergentes desde la intensa luminosidad mediterránea. 
Homero levanta el telón de la Literatura europea y propaga los mitos fundacionales de la Civilización Occidental. Estos mitos atraviesan los siglos y llegan hasta nuestros días. Inundan nuestra cultura, desde las artes plásticas, las escénicas y la música hasta llegar al psicoanálisis. 
 Aristóteles el Estagirita, nacido en Estagira (Macedonia) durante el siglo IV a. d. C., discípulo de Platón durante veinte años,  es otra cumbre determinante de la cultura clásica. Desarrolló una obra filosófica fundamental procesada en algunos aspectos por el cristianismo mediante la llamada vía tomista. Remite a otra  figura icónica de la historia griega y universal: Alejandro Magno. Fue su preceptor. 
 Es potente la simbología de este cuadro. Homero aparece representado por su busto, en una idea de antigüedad primigenia con respecto a Aristóteles, que lo contempla reflexivamente en la penumbra con  el aspecto de un burgués holandés. Aunque éste era un convencionalismo de la pintura de ese tiempo (actualizar las vestimentas de los personajes representados de acuerdo a la época de la ejecución de la obra), no deja de crear un cierto hilo conductor entre la arcaica Grecia y los tiempos de Rembrandt, asimiladas además ciertas vertientes del filósofo por el cristianismo gracias a la visión de Santo Tomás.
 Y sí, es paradójico que una obra con un tratamiento plástico que nos conduce directamente a la sombría Europa septentrional nos hable de los luminosos comienzos de la Civilización occidental tan ligados al sur de Europa.
 Yo por ejemplo, siempre asociaré Homero a una lectura en la siesta del verano de la Odisea, a la sombra de un pino en una cala mediterránea, tras un baño en una aguas muy azules, bajo un sol que lo incendiaba todo.

(Texto: © 2018-  Mariano López- Acosta)

Aristóteles contemplando el busto de Homero. Rembrandt, 1653
Óleo sobre lienzo  (143,5 cm × 136,5 cm).   Museo Metropolitano de Arte. Nueva York, 

martes, 2 de agosto de 2016

El rey Arturo. Historia y leyenda.



 Todo un corpus literario atraviesa la Edad Media y los siglos posteriores para llegar hasta nuestros días generando una infinidad de manifestaciones culturales  de muy distinto calado. Algunas piezas de Wagner y de muchos otros compositores, multitud de obras pictóricas, escénicas, literarias, cinematográficas tienen como fuente de inspiración la semilla de ese corpus, la originariamente llamada “materia de Bretaña”.
 ¿Cómo representa de manera sencilla  la cultura popular la temática tratada a través de todas estas expresiones en el tiempo?  Básicamente  describe un legendario reino que tiene por corte la mítica Camelot. Y allí hay un monarca, el rey Arturo, que se rodea de un grupo de caballeros con los que se reúne en torno de la llamada Tabla Redonda, mesa que dispone de esa particular geometría para asegurar la igualdad de privilegios de todos los que se sientan alrededor de ella.
 No falta una bella reina, la sin par Ginebra, esposa de Arturo,  que generará sin duda  mucha tensión a la trama con sus devaneos amorosos con Lanzarote, uno de los caballeros de dicha comunidad. Esta peripecia supone todo un tributo al "amor cortés", tan en boga en  el imaginario de la época en que comienza a concretarse en  literatura escrita lo que venía siendo hasta entonces pura tradición literaria oral.
 Pero bien, ¿como se abre paso a través de la bruma de los siglos esta leyenda hasta cristalizar en todo ese caudal literario que inunda la Edad Media en Europa?
 Hay para ello que volver la vista a la convulsa historia de Inglaterra. Sabemos que aunque es conquistada por Julio César en el 54 a.d.C. fue romanizada en realidad por el emperador Claudio. La presencia de Roma en la isla duró tres siglos y medio. En el siglo IV de nuestra era el poder romano fue declinando y ante las oleadas e intentos de invasión por parte de piratas anglos y sajones, y todo ello inmerso en un escenario de una gran inestabilidad, el Imperio termina desentendiéndose de sus posesiones en Gran Bretaña. Ese vacío de poder es ocupado por una serie de caudillos celtas de orígen galés que intentan luchar a toda costa contra la creciente amenaza procedente del mar. Consiguen paralizar el avance sajon hacia la mitad del siglo VI. Los investigadores de lo artúrico hablan de la batalla de Badon, en que los celtas consiguen derrotar a los invasores
 Hay que aclarar que estamos hablando de unos siglos muy opacos para la historiografía inglesa. Se habla de las "páginas en blanco de la Historia de Inglaterra". Pocos documentos y datos históticos ayudan a los investigadores para construir el relato de aquellos tiempos.

        (Continuará...)

miércoles, 13 de julio de 2016

El Saco de Roma


   (En el ferragosto del 2006 realicé un viaje a Roma con la familia. Nos alojamos en una residencia de monjas situada en la Vía Nomentana. Los días que anduvimos por allí fueron tales que forjaron una promesa de regreso que aún no se ha cumplido.Hay muchas Romas. La Historia de esta ciudad ha sido tan densa que, como si fueran estratos o capas de un tronco, al recorrerla vamos descubriendo la Roma Antigua, la Renacentista, la Barroca, etc.Una noche que paseábamos plácidamente cerca del Castillo de Sant’Angelo, no sé por qué me vino a la mente imaginar lo que pudo haber sido aquel lejano e intenso día de mayo en que la violencia más extrema cayó sin compasión sobre las gentes de esta urbe)
 
 El 6 de mayo de 1527 comenzó el llamado Saco de Roma (traducción resultante del traslado al español de la voz italiana “Sacco di Roma”). 
 Hay quien dice que marcó el fin del Renacimiento romano, por lo que de traumático y destructor tuvo en muchos ámbitos. Un ejército, el del emperador Carlos V,  prácticamente amotinado por no cobrar la paga desde hacía bastante tiempo, casi inmanejable ya por los mandos y la oficialidad que en realidad iban a remolque tras él, cayó de manera salvaje sobre la capital del papado, saqueándola durante semanas con una crueldad  y una violencia sin precedentes.
 Pocas mujeres romanas, religiosas o seglares, escaparon de ser violadas. Fueron asesinadas miles y miles de personas, sin distinción de edad o condición. Sobre la mayor parte de la población cayó de una manera brutal la violencia acumulada por unas tropas fuera de control, no sometidas ya a ningún tipo de disciplina militar. Se da la circunstancia de que entre el contingente militar iban 10.000 lansquenetes, soldados alemanes luteranos ( y sin embargo de una fidelidad absoluta al católico monarca español) para los que el papa era poco menos que el anticristo. Muchísimos clérigos fueron asesinados, multitud de iglesias saqueadas y quemadas (menos las nacionales españolas), una ingente cantidad de obras de arte destruidas o sometidas a rapiña ... Lansquenetes totalmente borrachos hacían fuego con manuscritos antiquísimos, profanaban templos y se enaltecían al grito de  "¡¡ Lutero papa !!".
 Pero retrocedamos en el tiempo. ¿Qué tipo de motivaciones habían llevado al ejército imperial a las puertas de Roma?.
 Habría que analizar varias cuestiones  que nos llevan a una disgresión que espero no nos aleje excesivamente del tema. Vamos a considerar dos coordenadas:
- Las recurrentes tensiones entre el Imperio y el Papado.
A mi entender, cabría hacer aquí una reflexión con bastante perspectiva histórica. Desde la caida del Imperio Romano se daba lo que algunos historiadores han llamado "nostalgia de la romanidad". Había un cierto intento, una tentación, de recoger la antorcha imperial  y asumir la herencia de Roma. Ya el Imperio Bizantino se consideraba por su parte el legítimo sucesor del Imperio Romano, ante el hecho consumado de la irrupción de los "bárbaros" en las fronteras occidentales. Se da el caso curioso que desde la caida de Constantinopla en 1453, con la consiguiente pérdida de la "segunda Roma", se comienza a hablar de Moscú como la "tercera Roma". Pero esto está muy circunscrito, evidentemente, al ámbito oriental y ortodoxo.
 ¿Qué sucedía en Occidente? Pues que se fue forjando ese proyecto imperial por parte de quien detentaba el liderazgo político y militar, surgiendo esa nebulosa estructura política llamada Sacro Imperio Románico Germánico. Y fue Carlomagno quien puso rostro a ese intento de continuidad de las antiguas grandezas imperiales. Pero enseguida surgió una cuestión cuyo análisis  nos ayudaría a comprender en cierto modo el por qué de un ejército imperial asaltando las murallas de Roma siglos después.
Se trataba de la legitimidad. ¿Quién era el legítimo líder de ese intento de "romanidad", de esa cristiandad que necesitaba de un guía fuerte que ejerciera el poder absoluto? ¿El Papa o el Emperador? Ese fue el origen de muchas de las tensiones y problemas que se fueron dando a lo largo de la historia. Era un choque de legitimidades. Poder temporal  versus  poder espiritual.
- Italia se había convertido en una suerte de tablero político en el que las potencias europeas dirimían sus intereses estratégicos.
 Hay que tener en cuenta la rivalidad entre Francia y España, personalizada por Francisco I y Carlos V, es decir, los Valois y los Habsburgo. En el momento que nos ocupa tenemos como antecedente muy reciente la derrota, en 1525  en Pavía, de las tropas del francés a manos del ejército imperial. Esto supuso la prisión de Francisco I en España durante algún tiempo, retención de la que se pudo liberar posteriormente tras hacer efectivo un cuantioso rescate y firmar una serie de condiciones que terminaría, una vez en libertad, por no cumplir, a pesar de que dos de sus hijos habían quedado retenidos como rehenes en suelo español para velar por la ejecución de las cláusulas firmadas.
 No solo no cumplió dichas condiciones para su liberación sino que el 22 de mayo de 1526 fundaba junto al Papa Clemente VII, la República de Venecia y el Ducado de Milán  la Santa Liga, en la ciudad francesa de Cognac, en un intento de unir fuerzas contra el enemigo común, el Imperio de los Habsburgo. Carlos V tomó nota, evidentemente, de la toma de partido clara y diáfana  de Clemente VII. La suerte de Roma estaba echada.


 En julio de 1526 las tropas imperiales entraban en Milán, obligando a capitular y abandonarla ciudad al titular del Ducado. Se habían unido en el norte de Italia una fuerza militar hispana, al mando del duque de Borbón Carlos III y otra alemana comandada por Georg von Frundsberg, que había reclutado 12.000 lansquenetes y cruzado los Alpes para agruparsecon el grueso de las fuerzas de Carlos V.
 Tras la victoria sobre los franceses, se constató la ausencia de fondos para pagar al ejército de los Habsburgo. El comandante en jefe de dichos ejércitos, Carlos III, duque de Borbón y Condestable de Francia -enemistado con Francisco I y pasado al bando rival-, en una huida hacia adelante e impelido por las cada vez más insubordinadas tropas tomó rumbo hacia Roma. Esta fuerza militar estaba formada por 10.000 alemanes (los célebres lansquenetes de Baviera, Sajonia y Franconia), 5.000 españoles, 3.000 italianos,  y 800 jinetes integrantes del arma de caballería ligera. Algunos cálculos hablan de un total de hasta 30.000 combatientes mal vestidos, hambrientos, mal pagados que parecían contar con cobrarse sobre el terreno todos los atrasos que se les debían.
  En su avance pasaron cerca de Bolonia, que pagó una importante suma para evitar el saqueo. También se acercaron a Florencia, que compró así mismo su seguridad abonando un cuantioso tributo para librarse de la entrada y pillaje de la fuerza imperial, a pesar de que se había declarado la peste en esa ciudad.
 Conforme se aproximaban los ejércitos de los Habsburgo, la preocupación e incluso el terror se adueñó de la población romana. Se le aconsejó  al Papa que negociara un acuerdo similar al de las anteriores ciudades. El 25 de marzo de 1527, el virrey de Nápoles, Charles de Lannoy, compareció en Roma como emisario especial de Carlos V para llegar a un arreglo. La muchedumbre permanecía en vilo en la Plaza de San Pedro a la espera de la noticia de la firma del pacto.A la caída de la tarde se selló el acuerdo por fin. Éste estipulaba un cuantioso pago por parte de Clemente VII. Se satisfizo y como gesto de buena voluntad por el Pontífice fueron despedidos  los mercenarios que estaban bajo el mando papal. Pero ni con este pacto se podía detener a la indisciplinada horda que se dirigía hacia Roma.
 A los oficiales que insinuaban la posibilidad de retirarse, la propia tropa los amenazaba de muerte. Cuando más tensa era la situación falleció el jefe de los lansquenetes y tomó mando directo sobre ellos el condestable Duque de Borbón, sin autoridad real en la práctica. Ya nadie tenía poder sobre esa marea humana armada. Ni siquiera el mismo emperador que estaba en España podía hacer nada por detenerla desde la distancia.
 En Roma mientras tanto, las esperanzas de pacto se habían tornado en un pánico generalizado. Mientras Clemente VII todavía esperaba que el acuerdo de paz sería cumplido en el último momento, algunos de los cardenales solo pensaban ya en huir y poner a salvo sus tesoros. Solo cuando los imperiales se encontraban  cerca de la ciudad se decidió el papa a poner en marcha la defensa. Ante la realidad de las arcas vacías no tuvo otro medio de recaudar fondos para reclutar tropa que el de otorgar  la dignidad cardenalicia a varios ricos comerciantes romanos mediante el pago de una cuantiosa suma. El sitio más seguro y fortificado de la ciudad era el castillo de Sant'Angelo. Hacia él se dirigieron con prontitud cuantos cardenales y prohombres romanos tuvieron la oportunidad de hacerlo.
 A poco de llegar a las murallas de Roma para iniciar el asalto cayó abatido el condestable Duque de Borbón. Lo que en principio supuso para lo sitiados la esperanza de que esta muerte iba a retraer a las tropas invasoras, pronto se vio que carecía de fundamento. Más descontrolada si cabe, la soldadesca era como una fuerza de la naturaleza sin freno.Enseguida asaltaron los imperiales las murallas y se dispersaron por las calles sembrando la destrucción y el pánico. Heroica se puede considerar  la defensa del palacio del Vaticano que hizo la Guardia Suiza, que fue masacrada sin contemplaciones en su intento de proteger a Clemente VII.  Este se rezagó y no buscó la seguridad de Sant'Angelo hasta muy al final. Llegó a través de un corredor secreto que unía esta fortificación con la residencia papal.  Dentro de esa fortaleza los refugiados se sintieron en principio a salvo pero la ciudad quedó abandonada a la brutalidad de los lansquenetes.
 Tras las primeras ejecuciones comenzó el pillaje. El saqueo incluyó las obras de arte que custodiaba el propio Vaticano. Incluso cardenales que estaban alineados con la facción imperial tuvieron que pagar fuertes cantidades de dinero por su seguridad y por evitar el robo de sus bienes. El 8 de mayo apareció por la ciudad el cardenal Pompeo Colonna, enemigo declarado del papa. Llegó seguido de campesinos de sus tierras que querían vengarse de los saqueos a los que habían sido sometidos por las tropas vaticanas, en el marco de las luchas entre los Colonna y Clemente VII. Se cuenta que, a pesar de su beligerancia, al purpurado le causó tal impresión la contemplación del desastre romano que terminó hospedando a ciudadanos que huían de la violencia en su propio palacio.
 Por otra parte los integrantes de la Liga de Cognac no intervinieron en auxilio del Pontífice romano. Se rumoreó entonces que los otomanos iban a aprovechar la estancia de los ejércitos imperiales en Italia para cruzar los Alpes con una gran fuerza militar y atacar la retaguardia de los Habsburgo (lo que esperanzó sobremanera a los romanos), pero nada de eso se cumplió.
 El Papa, resignado y mentalizado de que no iban a intervenir sus aliados en su favor se avino finalmente a negociar. Claudicó el 6 de junio y hubo de abonar como rescate y para salvar su vida una cantidad de 400.000 ducados. La negociación incluía también la cesión de varias de sus posesiones al Sacro Imperio Romano Germánico. En concreto Civitavechia, Piacenza, Parma y Módena.
 Por su parte, más tarde Carlos V dio muestras de dolor (si fingido o no, es otra cuestión) y hasta se llegó a vestir de luto en un intento de recordar a las víctimas.
Clemente VII, a partir de estos acontecimientos procuró llevar una política de no beligerancia con el Emperador.
Como homenaje a la heróica defensa que del Vaticano hizo la Guardia Suiza, desde entonces los nuevos reclutas prestan su juramento los 6 de mayo de cada año.

 Estos hechos, como decíamos al principio, constituyeron  un punto de inflexión muy importante en la historia de Roma. Nada volvió a ser como antes. El Renacimiento romano se daba por concluido.

(Mariano López- Acosta)


domingo, 10 de julio de 2016

El Criogénico: Cuando la Tierra se convirtió en una bola de hielo.


 Actualmente estamos en un periodo interglacial.  Sabemos que la última glaciación  cubrió prácticamente toda  Europa de hielo y definió una fauna, hoy extinta en su mayor parte, con la que convivieron los europeos más genuinos de aquella época, los “neanderthales”. Se supone que si todo rueda como debe de rodar, dentro de algunos miles de años los termómetros volverán a bajar muchísimo y habrá que abrigarse convenientemente. Volveremos a entrar en una  nueva glaciación. Pero por muy fría que sea ésta, dudo mucho que se pueda comparar a las que se dieron en el llamado periodo Criogénico, popularmente conocido como Tierra Bola de Nieve.
 Y es que durante esa época, por causas no fáciles de concretar, todo el planeta se convirtió en una gran esfera de hielo. En las latitudes más altas, éste formó una capa de hasta 800 metros mientras que  en los trópicos el espesor llegó a las decenas de metros. Podría haberse debido a una disminución en torno al  6% en la intensidad de la radiación solar. También a una bajada sustancial en la emisión de gases  susceptibles de provocar  el “efecto invernadero”.  El caso es que todo quedó oculto bajo los hielos. 
  Por otra parte, ha habido cierta controversia a la hora de aceptar la verosimilitud de todas esas descripciones. Hay una contradicción entre los indicios geológicos analizados y los testimonios biológicos. Si bien los primeros confirmarían este estado de cosas, los segundos sugieren que la vida continuó y, para más inri, basada en la actividad de las cianobacterias, que obtienen la energía mediante la fotosíntesis, es decir, aprovechando la acción de la radiación solar. ¿Cómo podía atravesar la luz semejantes espesores de hielo? En respuesta a este interrogante se proponen varias teorías. Por una parte, que alguna pequeña porción de agua de los océanos quedara sin congelar por algún tipo de calentamiento, o que se formaran capas de hielo translúcido, posibilidad ésta que se da en algunas ocasiones en la naturaleza bajo ciertas condiciones. Caso aparte era el de los organismos no dependientes de la fotosíntesis, aquellos que vivían en las profundidades marinas junto a las fumarolas o chimeneas de ventilación del fondo de los océanos. Para ellos, ajenos a lo que sucedía en la superficie, la vida siguió inalterable. 
  De todas formas, existían muchas probabilidades de que el planeta permaneciera ya en ese estado de forma perpetua. Si casi toda la radiación solar era reflejada por la Tierra (potenciándose el efecto albedo* y por lo tanto disminuyendo cada vez más la temperatura) y no había gases que retuvieran el calor mediante el efecto invernadero, el destino de nuestro mundo era el de permanecer como una bola helada, cada vez más fría, (y de la que podría desaparecer por completo la vida) por los siglos de los siglos. ¿Qué revirtió esta situación?
  Parece ser que nos salvaron los volcanes. La tectónica de la Tierra, que permite dar salida al calor procedente de su  interior fundido, provocó ese aumento de la temperatura que, junto a la emisión de gases, fundió las nieves, fue reformando la atmósfera, potenciando el efecto invernadero y transformó  las condiciones climáticas del planeta.
  El calentamiento progresivo que marcó el abandono del Criógénico habría que considerarlo como uno de los  periodos más inestables de la meteorología terrestre. Se dieron huracanes inimaginables hoy en día, con olas como rascacielos y lluvias de una intensidad descomunal.
  Después de este periodo hiperglacial, que se dio hace unos 850 millones de años y duró algo más de 200, llegó paradójicamente la explosión cámbrica, que podemos considerar la época primaveral de la Tierra. Pero esa es ya otra historia.

(Texto: Mariano López-Acosta)

* [ "El albedo es el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre la misma. Las superficies claras tienen valores de albedo superiores a las oscuras, y las brillantes más que las mates. El albedo medio de la Tierra es del 37-39% de la radiación que proviene del Sol.
 Es una medida de la tendencia de una superficie a reflejar radiación incidente.
Un albedo alto enfría el planeta, porque la luz (radiación) absorbida y aprovechada para calentarlo es mínima. Por el contrario, un albedo bajo calienta el planeta, porque la mayor parte de la luz es absorbida por el mismo.
 La presencia de agua en la Tierra crea una interesante realimentación positiva para el albedo, ya que las bajas temperaturas incrementan la cantidad de hielo sobre su superficie, lo que hace más blanco al planeta y aumenta su albedo, lo que a su vez enfría más el planeta, lo que crea nuevas cantidades de hielo; de esta manera, teóricamente al menos, podría llegarse al punto en que la Tierra entera se convertiría en una bola de nieve." (www.wikipedia.org) ]