Auténtico monumento musical, escrita en origen para violín solo en el marco de una Partita, esta pieza es de una dificultad técnica extrema en su interpretación. Es un auténtico Everest para los violinistas. Ha hecho fortuna también en las múltiples transcripciones a que ha sido sometida para otros instrumentos como el piano o la guitarra. Para esta última fue Andrés Segovia el primero en hacer una adaptación, ya histórica.
Los
musicólogos han debatido en ocasiones sobre esta composición del genio de Eisenach
en el sentido de aclarar si se trata en realidad de un "tombeau", un
"lamento", en vez de una chacona. Porque parece ser que fue compuesta
por Bach en memoria de su primera mujer, María Bárbara Bach, fallecida mientras
él estaba de viaje.
Su complejidad compositiva es muy grande,
es pura matemática. Se pueden descubrir, por otra parte, varios corales
luteranos ocultos a través de su desarrollo. De una duración inusitada, con
esta pieza Bach lleva hasta sus últimos extremos las posibilidades del violín barroco.
En el enlace tenéis una magnífica versión
para guitarra a cargo de John Feeley.
(PD. A partir del minuto 3:15 de este
video comienzan a manifestarse las dificultades técnicas que pondrán a
prueba la solvencia del instrumentista)
Chacona de la Partita para violín solo Nº 2 BWV 1004 de Johann Sebastian Bach
(Mariano López-Acosta)
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