martes, 14 de mayo de 2019

Imanol. Un cantante lejos de su tierra.


Juan Antonio García Cortés con Imanol tras el concierto de Ceutí en 2001

 En 2001 conocí personalmente al cantante vasco Imanol. Antes, os pongo en antecedentes. No sé si sabéis quién es Juan Antonio García Cortés, “El Pele”. Durante los 90 y primeros 2000 fue el coordinador del Auditorio de Ceutí, una pequeña localidad cercana a Murcia. Pues bien, mientras ocupó ese puesto consiguió traer por estos lares a los mejores exponentes de la canción de autor. Dinamizó la vida cultural y puso esta población en el mapa de los circuitos de conciertos de calidad. De muy diversos y a veces lejanos sitios venía la gente hasta aquí atraída por el excelente cartel de las actuaciones que se programaban. Por el escenario de Ceutí pasaron Paco Ibáñez, Amancio Prada, Lluís Llach, Maria del Mar Bonet, Javier Ruibal, Javier Krahe, Luis Pastor, etc, etc… e Imanol.
 Conocí personalmente al compositor vasco cuando vino a actuar porque la gran amistad que me une al Pele daba pie tras los conciertos a que me incorporara a tertulias y largas conversaciones con algunos de los cantantes que pasaban por aquí. Creo haber contado en alguna publicación que tras uno de esos recitales cenamos con Paco Ibáñez, Xavier Ribalta y el pianista que les acompañaba, Francesc Capella. (También he de agradecerle al Pele que me encargara el texto de los programas de mano de Lluís Llach y Maria del Mar Bonet).
  Por aquel entonces vivía Imanol de manera discreta en algún sitio de la costa alicantina después de haber tenido que abandonar muy a su pesar el País Vasco, como todos sabemos. Se notaba que estaba pasando por una situación extremadamente difícil pero a pesar de eso no había perdido la simpatía y la jovialidad que supongo eran innatas en él. Dio un recital espléndido en el que hizo un repaso de su último trabajo recién publicado, Ausencia, íntegramente en castellano (excepto la canción Il n´y a pas d´amour  heureux de Georges Brassens) con poemas de autores clásicos como Quevedo y Lope de Vega, pasando por otros como Neruda, algún tema de Violeta Parra y arreglos cercanos al mundo del jazz.
  La primera referencia que yo había tenido de Imanol venía a través de una película de Montxo Armendáriz, 27 horas, ambientada en el San Sebastián de los 80, en la que se describe de forma muy dura y dramática el mundo de la drogadicción, algo que como sabéis constituyó un gran problema social que segó y alienó muchas vidas de gente joven.  En este film, en algunas escenas y como leitmotiv, suena la canción Zure tristura (Tu tristeza) en la voz de Imanol. El efecto que consigue como fondo sonoro de las peripecias de los pobres protagonistas de la película, dos chicos y una chica, es una mezcla de belleza y tragedia que te deja realmente touché. Este tema apareció posteriormente en el álbum que grabó con Paco Ibáñez en euskera, Oroitzen.
 Posteriormente, supe de las difíciles vicisitudes por las que tuvo que pasar simplemente por decir su verdad, los boicots, las amenazas, el vacío, la amargura de sentirse víctima de una injusticia irracional y ciega. Cuando  muchos años después supe de su fallecimiento recordé Zure tristura, la canción que me había emocionado  tiempo atrás.

(Y volviendo a referirme a Juan Antonio García Cortés, os recomiendo que busquéis su canal de radio on line La Taberna del Gran Burlón -continuación del legendario programa   de culto que realizaba para Onda Regional, en Murcia, en los 80 y 90- un auténtico despliegue de sabiduría musical.)
















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