sábado, 19 de marzo de 2016

“Campo de amapolas en Argenteuil” (1873). Claude Monet.



“Es novedoso y, por sus consecuencias para la pintura, revolucionario el que los pintores se instalen al aire libre con caballete, lienzo, óleos y paleta para empezar sus cuadros en la naturaleza, para trabajar en ellos, para terminarlos incluso al aire libre. Monet es uno de los primeros pintores que, de esta forma, trasladan su estudio al aire libre. Ello empezó a ser viable tras el descubrimiento de los colores en tubo; el mezclar los colores de polvo y óleo al aire libre hubiera resultado  - por lo menos al riguroso viento de Normandía-  bastante desastroso. Pintar al aire libre es siempre complicado e incómodo. Monet sale de excursión en verano cargado con los utensilios de pintura y una gran sombrilla para impedir el reflejo directo de la luz del sol sobre el lienzo. En las estaciones frías del año se le ve sentado ante su motivo ataviado con botas y ropa de lana, a menudo varios abrigos puestos uno sobre otros, y envuelto en una manta. Cuando hace viento ata el caballete y el lienzo con cuerdas, y aun así, la naturaleza le gasta más de una broma. Una vez que se había equivocado en el cálculo de la marea, le alcanza una ola de pleamar, arrastrándolo con todo el equipo, los utensilios de pintura y el lienzo.”El arte tiene sus soldados valientes”, se burla un crítico contemporáneo.
 Salir algo más allá del parque de la esquina, con los óleos y el lienzo, hubiera  supuesto unos años antes una complicada aventura. Los pintores residentes en París hubieran necesitado para ello, como mínimo, un coche de alquiler, para lo que se presupone un cierto bienestar. Pero las nuevas comunicaciones por tren, surgidas en los años cincuenta (del siglo XIX), acercaban un poco las aldeas situadas en los alrededores de la metrópoli, haciendo posible a los pintores sin medios salir a la naturaleza con tanta frecuencia como quisieran. Cada hora salían trenes de Gare de l’Est hacia Argenteuil, Bougival, Asnières y hacia los demás lugares situados a lo largo del Sena, y sólo pocas horas separaban a la metrópol ide los mundanos baños de Deauville, Honfleur y Trouville.”
(“Monet” de Christoph Heinrich. Editorial Taschen)

“Campo de amapolas en Argenteuil” (1873). Claude Monet. 
 Museo de Orsay. Paris.





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