Viajemos a la Edad Media. Estamos en el siglo XIII, en la corte del rey Alfonso X el Sabio. Era éste un monarca con grandes inquietudes culturales. No pasó precisamente a la Historia como muchos de sus pares que dedicaban sus ímpetus exclusivamente a la caza o a asuntos que se gestionan de cintura para abajo.
El caso es que legó a la posteridad un buen número de interesantes iniciativas de tipo literario y cultural. A él le debemos entre otras cosas las Cantigas de Santa María, una colección de canciones escritas en galaico-portugués, la lengua por excelencia de la lírica tradicional medieval, dedicadas a la Virgen. Su culto estaba muy en boga en esa época y era fomentado sobremanera por la clerecía. Todavía no habían proliferado las devociones localistas que dieron lugar con el tiempo a tantas y tantas vírgenes, quizá algún resabio o nostalgia subliminal del politeísmo pagano, quién sabe. Entonces sólo se hablaba de Santa María, la Señora ...
(Mariano López-Acosta)
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