miércoles, 20 de noviembre de 2019

Paco Ibáñez y el Poder




 En el año 1993 celebró Raimon el 30 aniversario de su mítica canción "Al vent" ofreciendo un recital en el que  estuvo arropado por algunos de los más emblemáticos representantes de la canción de autor. Así, en ese sentido homenaje participaron entre otros Joan Manuel Serrat, Daniel Viglieti, Quico Pi de la Serra, Ovidi Montllor, Mikel Laboa, Luis Cilia, el estadounidense Peter Seger , etc...y Paco Ibáñez.  Los que seguimos la carrera de este último pudimos comprobar cómo en esa aparición se pudo ver al Paco más genuino, a Paco en estado puro.
 Dos detalles recuerdo de su presencia en el escenario que corroboran lo que digo.
 Así, mientras interpretaba "Palabras para Julia", la conexión con el público fue tan intensa que en un momento dado, cuando cantaba " nunca te entregues ni te apartes, junto al camino nunca digas, no puedo más y aquí me quedo...", la gente comenzó a aplaudir de manera espontánea contagiada de la emoción que transmitían esos versos en la voz y la guitarra de Paco.
 Y el segundo detalle sobre todo, definitorio de la actitud irreductible que ha mantenido siempre el cantante vasco-valenciano frente al poder, vino cuando se dirigió a los políticos que se sentaban en la primera fila y les lanzó una auténtica soflama recordándoles que ellos estaban allí por causa de la gente y no al revés. El tono en que se dirigió a ellos no fue amable precisamente, y así certificó Paco su eterna rebeldía contra el poder establecido, que ya se manifestaba cuando siendo un niño, en el caserío guipuzcoano donde pasó su infancia, se rebelaba contra su tío y se escapaba cuando éste pretendía  inculcar a  los sobrinos valores propios  del bando vencedor. 
 Y es así, el cantor de tan buenos poetas siempre ha sido refractario, de manera radical, a cualquier tipo de acercamiento a los poderosos.  Esa rebeldía, esa irreductibilidad, le ha llevado a rechazar cuanto premio han tenido a bien otorgarle las autoridades. Por dos veces, en 1983 y 1987, rechazó un prestigioso galardón con que quiso premiarle el gobierno de Miterrand, la medalla del Orden de las Artes y las Letras. Su valiosa independencia en ningún modo podía consentir ese contacto con quienes gobiernan.
 Todo esto ha hecho de Paco un espíritu libre, un hombre que siempre ha luchado contra esas cadenas, a veces invisibles, que impiden una completa manumisión.
 Y contra una de esas cadenas ha sido radical en su lucha. La que se refiere al Dinero, la llave del Poder. Desde el principio musicalizó los denuestos que ya en el siglo XIV formulaba el Arcipreste de Hita contra esa forma de esclavitud, esa tiranía que ha sacado a la luz durante siglos lo peor de los humanos. Y sigue dando la batalla cuando decide que sus creaciones sean de dominio público, que sean accesibles a todos sin cargas económicas de por medio.
La libertad que permiten esas actitudes, esas tomas de posición, hace que uno se eleve muy alto, que se pueda investir de una dignidad moral y una autenticidad que está al alcance de pocos.
Para ilustrar estos comentarios no se me ocurre nada mejor que recordar una canción de su admirado Georges Brassen, Le petit Jouer de flûteau, que podréis escuchar subtitulada en el siguiente enlace. Es todo un canto a la libertad y a la lucha de los humildes contra el Poder.
(Texto: Mariano López- Acosta)

No hay comentarios:

Publicar un comentario