sábado, 28 de mayo de 2016

Tintoretto. "El Lavatorio"



De Tintoretto - http://www.museodelprado.es/imagen/alta_resolucion/P02824.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16957833

 Es esta  una obra en la que Tintoretto muestra un gran alarde técnico y se hace eco de las teorías espaciales que reinaban en la pintura veneciana desde los años treinta del siglo XVI. Es de apreciar, pues, el magistral manejo de las perspectivas y de las diagonales. El escorzo de la mesa y el enlosado del suelo serían, por ejemplo, elementos que acentúan esa sensación de profundidad.  Esta técnica depurada se extiende también al tratamiento de las figuras humanas que aparecen en posturas ciertamente forzadas.
 Hay que tener en cuenta, por otra parte, que hay un cierto descentramiento en la escena narrada en esta pintura. Los actores del episodio principal, Cristo y San Pedro, están muy a la derecha del cuadro. Esto se explicaría por el hecho de que la ubicación primera de esta obra tendería a propiciar una visión lateral de la misma, desde el lado derecho. Esto justificaría también la existencia de unos espacios muertos dentro de la representación que desaparecerían ante la contemplación sesgada, desde la derecha, de todo el conjunto.
 Por otra parte, al fondo se pueden contemplar unas arquitecturas que dan grandiosidad a la narrativa de esta obra. Aparece también lo que se asemejaría a un típico canal veneciano con una góndola. 


 ["En 1547 la Scuola del Santísimo Sacramento de la iglesia de San Marcuola en Venecia encargó a Jacopo Tintoretto El Lavatorio y una Última Cena, aún «in situ». Estas «scuole» estaban dedicadas a fomentar el culto a la Eucaristía, y en sus reuniones, el guardián ofrecía a los cofrades agua bendita, imitando el gesto de Jesús al lavar los pies a los apóstoles. Esta exaltación de la humildad era recurrente en textos devocionales de la época como I Quattro libri de la humanita di Christo de Pietro Aretino (1539), cuya recreación del lavatorio es más evocadora que el relato evangélico (Juan, 13, 12-15), que no dice que los apóstoles introdujeran los pies en una jofaina, o que el paño utilizado por Cristo fuera blanco en alusión a su pureza; lo que sugiere un conocimiento del texto de Avetino por Tintoretto, que en 1545 había pintado para el escritor. El lavatorio delata asimismo la afinidad de su autor con los «poligrafi», escritores populares que asumían un distanciamiento irónico de la alta cultura, perceptible en la confluencia de una profunda religiosidad con situaciones no exentas de humor, como el esfuerzo de algunos apóstoles por desprenderse de las calzas. El lavatorio es fruto de un concienzudo proceso creativo. Tras trazar el escenario, Tintoretto introdujo los personajes pensando en el punto de vista del espectador. Ello explica que, si bien al contemplar frontalmente el lienzo los personajes aparecen distribuidos aleatoriamente, la impresión cambie al mirarlo desde la derecha, desde una posición similar a la de la feligresía en San Marcuola. Desaparecen así los espacios muertos entre las figuras y el cuadro se ordena a lo largo de una diagonal que, partiendo de Cristo, prosigue por la mesa en la que aguardan turno los apóstoles para acabar en el arco al fondo del canal. Ello explica además la ubicación de los actores principales de la escena, Cristo y San Pedro, en el lateral derecho del lienzo. El lavatorio ilustra la nueva concepción espacial que irrumpió en la pintura veneciana en la década de 1530 por influjo del manierismo toscano y la presencia en Venecia de Sebastiano Serlio, de cuyo Secondo libro di perspettiva (París 1545) derivan el fondo arquitectónico y el despiece octogonal del pavimento. De San Marcuola  El lavatorio pasó a la colección de Carlos I de Inglaterra, en cuya almoneda lo adquirió el 23 de julio de 1651 Houghton por 300 libras, revendiéndolo en 1654 a Alonso de Cárdenas por 325. Entregado a Felipe IV, el soberano lo destinó al Escorial, donde Velázquez lo situó en el centro de la sacristía, localización privilegiada que permitía una contemplación lateral del lienzo."](Texto extractado de Falomir, M.: La Almoneda del Siglo, Relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña, 1604-1655. Museo Nacional del Prado, 2002, pp. 238-239) (Fuente: www.museodelprado.es)

El lavatorio. Tintoretto.
1548 - 1549. Óleo sobre lienzo, 210 x 533 cm.
Museo del Prado.. Madrid

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