Diálogo
entre la flauta travesera y el violín. El clave va haciéndose un hueco poco a poco entre los dos hasta relegarlos y asumir
el protagonismo total (en el minuto 6:45 de esta grabación), para quedarse solo
ante el peligro silenciando al resto de los instrumentos (en lo que supone un
hecho sin precedentes en la preceptiva musical de la época). A partir de ahí, inicia
un monólogo lleno de dificultades técnicas resuelto admirablemente por Karl Richter –Bach en su tiempo era casi más
conocido como consumado ejecutante del
teclado que como compositor- que se
desboca hasta cortar en seco y dar paso a la entrada en tromba de toda la masa
instrumental.
(Mariano López.Acosta)
(Mariano López.Acosta)
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