Una extraña, inquietante y original canción de John Lennon (aunque esté acreditada a Lennon- McCartney) en el Álbum Blanco de THE BEATLES. Contiene cinco fragmentos melódicos independientes entre sí, como cinco mini canciones unidas en menos de tres minutos. El primero es un tema cargado de melancolía, como solo sabía imprimir a sus composiciones John Winston Lennon. Es increíble cómo con tan pocas notas se puede transmitir tanta melancólica tristeza. Pero no se profundiza en él, enseguida viene un cambio de registro y aparecen nuevas melodías muy alejadas de esa primera. Hay por medio un solo de guitarra lento, pesado y distorsionado de George Harrison que hace de puente y cambia totalmente la atmósfera de la canción. Una de las secciones corresponde a un fragmento de otra diferente que estaba componiendo el genial y miope músico de Liverpool
Todo es de una gran originalidad, con cambios de compases en cada segmento de los que integran este tema. Pero hay algo inquietante y quizá premonitorio en esta composición.
Parece ser que la inspiración le vino a John Lennon cuando el productor George Martin le enseñó una revista de armas, con un anuncio que decía: "la felicidad es un arma tibia en la mano". Qué poco podía imaginar el pobre John que en un malhadado día de diciembre de 1980, a las puertas del edificio Dakota de Nueva York, la felicidad no vendría de un arma tibia en la mano de un desequilibrado.
(Texto: Mariano López-Acosta)
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