La óptica de la Historia


Cada época tiene unos paradigmas propios que tiñen la visión de los hechos del pasado. La historiografía muta también según las ideologías. Cuando se enjuician acontecimientos pretéritos con los anteojos del materialismo histórico, por poner un caso, el prisma gira los suficientes grados para que cambie toda la coloración.Y si la mirada parte de un humanismo cristiano, por colocarnos en  otra situación, también obtendremos una óptica distinta. Como los paradigmas del observador son muy rígidos habitualmente ya se encargará éste de que la correlación, la valoración, la omisión y la enfatización de los hechos se combinen para llegar a la mirada prefijada.  
  Incluso la visión de los hechos literarios que se desbordan hacia una potente vertiente sociológica admite un enfoque según los paradigmas del tiempo en que se estudian. No hay más que ver y comparar la bibliografía y los actos  generados por el tercer centenario del Quijote -del que tengo una magnífica edición publicada en esas fechas (que quizá no tenga nada que envidiar a la de Rico) con la resaca del desastre del 98- con los del cuarto, aún relativamente reciente. 
 En un libro llamado "El Juicio Universal" del inmenso escritor Giovanni Papini, un gigante de la Literatura (hoy bajo cierta sospecha por sus veleidades políticas) el ángel acusa a un habitante del Paleolítico, no recuerdo ahora bien si es esa la época, de haber matado a dos personas. La defensa de éste estriba en que solo pudo matar a dos porque nació muy débil y sin fuerzas y no consiguió exterminar a  centenares como sí hacían los otros miembros de su clan.

(Texto: © Mariano López A. Abellán)

Imagen: Templo de Zeus Olímpico.
[De A.Savin (Wikimedia Commons · WikiPhotoSpace) - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27549253]


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