Un pequeño paseo nocturno por Murcia. Llegamos a la Plaza del Cardenal Belluga donde se ve la imponente fachada de la catedral y el palacio arzobispal. Al célebre arquitecto Rafael Moneo le encargó el ayuntamiento un edificio, justo enfrente del emblemático templo murciano, que desentonara lo menos posible con el entorno. El desafío de dar réplica a esa exuberancia barroca lo resolvió a base de rectas y de sencillez casi minimalista. ¿Respuesta genial ante ese envite o simplemente un bluff?. Opiniones, como siempre, para todos los gustos.
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