Se calcula que el 99,99% de todas las especies que habitaron la Tierra en algún momento están ahora extinguidas. Parece ser que esto constituye una condición “sine qua non” para la normal evolución de la vida sobre el Planeta.
Se estima que la duración media de una especie, en los organismos complejos, es de cuatro millones de años. Todas van quedándose en el camino y pasan el testigo a otras más evolucionadas que continúan portando la antorcha de la vida. Tras cada gran extinción (las ha habido descomunales, como la del Pérmico, en lo que parecía el fin de la vida sobre la Tierra) viene una explosión de biodiversidad sin precedentes.
Ha habido, como decimos, cinco grandes extinciones (amén de multitud de pequeñas, en este mismo momento sigue habiéndolas). Estas fueron:
- La del Ordovícico, hace 440 millones de años. Desapareció del 80 al 85% de las especies.
- La del Devónico, hace 365 millones de años. Desapareció también del 80 al 85% de las especies.
- La del Pérmico, hace unos 245 millones de años. Fue tremenda. Un 95%, como número menor estimado, de los animales anotados en todos los registros fósiles desaparecieron de la faz de la Tierra. También se extinguió cerca de un tercio de los insectos (la única época histórica en que desaparecieron de forma masiva). Nunca ha estado el Planeta tan al borde de la desaparición total de la vida sobre él.
- La del Triásico, hace unos 210 millones de años. Desapareció aproximadamente del 70 al 75% de las especies.
- La del Cretácico, hace unos 65 millones de años. Desaparición también del 70 al 75% de todas las especies.
Como vemos, el destino natural de los seres vivos, salvo algún organismo cuya existencia se ha mantenido inalterable a lo largo de millones de años, es la extinción. Es posible que la especie humana venga también marcada con una fecha de caducidad...
(Texto: © Mariano López Acosta- Abellán)
(Texto: © Mariano López Acosta- Abellán)
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