sábado, 16 de junio de 2018

El vodevil de Lopetegui, Florentino y la Selección.


 Un antiguo espía doble soviético que se dedica ahora a la exportación de cuerdas para yo-yós de fabricación japonesa a los países del Cono Sur (aunque en realidad esto es una tapadera para espiar para una potencia asiática emergente) le pasó información sensible a una amiga mía sobre el caso de Lopetegui. Esta amiga me la transmitió a mi y confirmó lo que yo pensaba por mi cuenta.
Resulta que cuando Zidane se va sorpresivamente, Florentino entra en pánico obsesionado en que no se devalúe el producto que tiene que vender. Peina el mercado pero ve que no cuaja nada. Entonces (no se si a través del hilo conductor de Jorge Mendes) repara en Lopetegui. Éste tiene buen cartel y puede servir para salir dignamente del contratiempo. Pero se le plantea al presidente merengue el siguiente sudoku: Si lo ficha después del mundial y el vasco sale por la puerta grande, el caché del míster se va a la estratosfera. Si por contra lo ficha ahora pero hace un bodrio de torneo todo se deshace como un azucarillo en un vaso de agua. Solución: reventar la relación de Lopetegui con la Selección y que no vaya al mundial. El prestigio deportivo del entrenador permanece intacto aunque quede como un villano. El caché será bueno "ma non troppo". Da igual que la Selección se hunda o de una imagen esperpéntica.
Hay que reconocer que Florentino ha sido coherente. Igual que otro decía "programa, programa y programa" él dice"mercado, mercado y mercado". Y es que las divisas no conocen de patrias ni fronteras.
Por cierto, el espía ha conseguido entradas para la final y ha invitado a mi amiga. Yo me había hecho ilusiones con ella, pero...

(Texto: © Mariano López A. Abellán)

(Imagen: La Vanguardia)

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