En 1969 asistí con 12 años a una sesión
matinal de domingo en el Cine Coy, acompañado de mi hermana y de un compañero
de clase. La película se llamaba "A 45 revoluciones por minuto" y
estaba dirigida por Pedro Lazaga. La recuerdo ahora muy vagamente. Aparecían en
ella Juan Pardo, una cantante de la que no he vuelto a saber -Ivana se llamaba-,
y los grupos musicales Los Ángeles y Fórmula V. Este último conjunto fue quizás el auténtico reclamo que nos hizo
acercarnos a esa proyección mañanera. Y es que por aquellos años sus canciones
tenían un éxito tremendo. Ya habían publicado un álbum que terminó siendo lo
mejor que han hecho en su dilatada carrera musical, con temas que ahora en la distancia se
escuchan con agrado, nos provocan cierta sonrisa nostálgica y nos transportan a
días de mucha inocencia. En casa compramos
una cassette con esas canciones. “Cuéntame”, Busca un amor, Tu amor, mi amor, La playa, el sol, el mar , el cielo y tú, Tengo tu amor... Esa fue una de
las bandas sonoras de aquellos años en mi hogar. Recuerdo también una noche
vieja en la tele en que estrenaron Cenicienta como primicia musical. Toda
España, enchufada a una única cadena, pendiente de la voz del gran Paco Pastor,
vocalista del grupo.
Luego,
poco a poco pasaron de ser un conjunto ye-yé a convertirse en los cultivadores
de la canción de verano más de verano posible, sin complejos y a mucha honra, con
himnos como Eva María, que fue la música de fondo de las pistas de los coches
de choque.
¿Música menor, sin mayor importancia, para
pasar buenos y desenfadados ratos en verano mientras tomábamos sangría en el
chiringuito playero? ¿Horterada
simpática que a estas alturas cobra cierto prestigio por recubrirse con una
pátina vintage hasta convertirse en horterada de culto? Todo pudiera ser. Pero digo
yo ¿habrá recuerdos más gratos que aquellos que nos llevan a una verbena de playa en los primeros 70, escuchando música pachanguera, cuando nuestros
problemas y preocupaciones eran de juguete y todavía teníamos tanto por vivir y
por descubrir?
Los Formula V son ya historia de la música
popular. Cuéntame es un himno intergeneracional que dio nombre a
una serie de televisión que hizo historia donde se nos mostraba nuestro pasado
de forma amable, sin hacer sangre. Y ese tema musical era su auténtico
leitmotiv. Hay canciones suyas, algunas de los primeras en ser publicadas, que
si las versionase ahora algún grupo cool nos sorprenderían quizá al manifestar
calidades que tal vez permanecen
ocultas, enmascaradas tras ciertos
prejuicios. (Escuchad bien las dos canciones de este enlace y ya me contaréis).
Y es que cuando nos poníamos trascendentes
tirábamos de cosas más serias, de calidad testada, que podíamos escuchar sin
complejos. Eva Maria no es Mediterráneo ciertamente. Pero es
parte de nuestra historia y quizás quede asociada a algún recuerdo que tal vez
ahora, al evocarlo, nos arranque una sonrisa si estamos en un día gris.
La
vieja cinta de cassete se la dejé a un amigo y nunca más la recuperé. Ya no hay
matinales en el Coy. Menos mal que nos queda YouTube.
(Texto: Mariano López-Acosta)
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