El último partido de fútbol
que jugué en el campo de los Maristas del Malecón (En la foto aparezco el
segundo por la derecha de la fila de pie).
Se acababa el COU 73/74 y cada cual tenía ya elegido más o menos el destino
para el curso siguiente. Yo, por mi parte, en pocos meses aterrizaba en Granada
para empezar la carrera. Pero esa sería ya otra historia.
Tengo un recuerdo agridulce de ese día. Por un lado
el aliciente de los nuevos tiempos que venían, el vértigo de trasladarme a una
ciudad desconocida para comenzar los estudios universitarios, las ansias de la
juventud que me hacían creer que me iba a comer el mundo... y por otro, la
nostalgia de decir adiós a tantos años de colegio.
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