Estampas del 73 (2)



-De este año tengo también el recuerdo nítido de una  desapacible tarde de otoño en que regresaba a casa con dos libros de la Colección Austral, ( "Miscelánea histórico- literaria" de Menéndez Pidal y "Las inquietudes de Shanti Andia" de Pío Baroja) tras adquirirlos en Biblión. Era ésta una librería de la calle Pascual, frente a Almacenes Coy y junto al estudio fotográfico  Orga, en la que ya ejercía de factótum de bibliófilos un joven librero llamado Diego Marín que amueblaba su cabeza con infinidad de  fondos editoriales.  Al salir hacía un viento frío que arrastraba por el suelo las hojas secas mientras oscurecía y en una esquina alguna castañera liaba sus cucuruchos. Los volúmenes de esta colección, editada por Espasa, comenzaban a formar una masa crítica tal que a lo que había en la leja del dormitorio podía comenzar a llamársele, quizá algo pretenciosamente, biblioteca. Aunque la literatura de culto seguía siendo para mí la referente a las historias del Capitán Trueno.

-El 73 fue el año fundacional de la religión del cruyfismo. El astro holandés arribó y anunció la buena nueva con un 0-5 en el Bernabéu al Real Madrid e hizo feliz, entre otros, al entrañable
maestro Pepe Garre. Éste, culé de pro, había sentado sus reales en la plaza de Santa Catalina, en lo que ahora es el bar-cafeteria Fénix. Allí, entre corte a navaja y cuidados capilares se desarrollaban sabrosas tertulias futbolísticas y se le tomaba el pulso a la actualidad de la ciudad. En una época en que no había wasap ni Facebook, espacios como la peluquería del maestro Garre te aseguraban un mínimo de sociabilidad. El circuito se cerraba de manera solvente con alguna caña posterior en el Rhin o en la Tapa.

Continuará…

(Texto: Mariano López- Acosta)

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