No
comprendo por qué se les cambia el nombre a algunas marcas de especialidades
muy consolidadas. No sé si se debe a temas de patentes. Bisolmed, un
medicamento muy arraigado en Pediatría, se llama ahora Pectodil. Pero muchos
médicos siguen prescribiendo aún
Bisolmed. Este es el nombre que venía escrito hoy en una receta aportada por una madre primeriza que
cuando comprobaba la disimilitud de las denominaciones del papel y del cartón
acondicionador miraba a su tierno infante y me miraba a mi como si una grave
amenaza se cerniera sobre la criatura. Me ha observado fijamente y me ha dicho:
- Si
fuera para mi no me importaría pero... es para mi hijo.
A
continuación he tenido que repetir por
enésima vez el argumentario típico
utilizado para los genéricos ("llevan la misma composición, que es
lo que cuenta, aunque no se llamen igual, bla,bla,bla...").
(Mariano López-Acosta. Diario de una farmacia)
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