El mobiliario de las casas medievales


El mobiliario de las casas medievales solía ser muy austero. Eso proporcionaba una impresión de vacío, de sencillez, muy característica.  Cuatro eran los muebles fundamentales que servían tanto a los campesinos como a los habitantes de las pequeñas e incipientes ciudades, es decir a los primeros residentes de los burgos. Eran los siguientes:
-La cama. Era el mueble por excelencia. Solía ser de gran tamaño porque era usada por varias personas a la vez, hasta seis en algunas ocasiones. Casi toda la familia podía dormir en la misma cama. Los colchones solían estar rellenos de paja, cuando se trataba de gente humilde. Otros más pudientes los tenían de plumas, lo que constituía una señal de confort. La ropa de la cama variaba desde la sarga hasta el lino.
- La mesa. De gran importancia en los europeos medievales. Las había de diferentes tipos, desde las que descansaban sobre caballetes y se desmontaban tras terminar de comer (de ahí la expresión : quitar la mesa) hasta las adosadas sobre la pared.
- Los bancos. Hay una descripción  de sus dimensiones habituales: dos palmos de anchura y de uno y medio a dos de altura. A veces había un asiento especial reservado al padre de familia. Era frecuente la utilización de cojines para paliar la dureza de la madera.
- Las arcas. En ellas se guardaban los enseres familiares, desde la ropa hasta los utensilios domésticos, incluso los alimentos. Tenían a veces herrajes muy complicados. Podían servir también, en ocasiones, de asiento. Los objetos de más valor se guardaban en cofres, de menor tamaño y más manejables.

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