El viaje iniciático del joven Bach
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¿Qué mejor edad que la de la juventud para cruzar "rubicones" que nos marcarán la vida? ¿Cómo no apostarlo todo por esa quimera que sabemos que esconde en el fondo el secreto de nuestra felicidad? A veces hay que tener el coraje de perseguir ese sueño que le dará sentido a nuestra existencia, aunque eso implique incertidumbres e incomprensión y nos haga soltar amarras con lo que consideramos más seguro. Eso fue lo que hizo Johan Sebastian Bach cuando con apenas 20 años recorrió a pie cerca de 400 kilómetros para, jugándose a la vez la protección que le daba su primer empleo remunerado como organista (que al final perdió) y arrostrando las penalidades de un viaje tan largo y en tan precarias condiciones, acceder a las enseñanzas magistrales de quien estaba considerado como el auténtico demiurgo de la música organística por aquel entonces, el danés Dietrich Buxtehude (1637- 1707). A estas alturas y con lo que conocemos, se puede considerar que ese viaje tuvo una imp...