"... en tal punto y ora se miraron, que la gran honestidad y santa vida della no pudo tanto que de incurable y muy gran amor presa no fuesse (...) - Ay, señora -dixo él - no será el postrimero servicio, mas todo el tiempo de mi vida será empleado en vos servir! Como la gente fué sossegada, Darioleta se levantó y tomó a Helisena assí desnuda como en su lecho estava, solamente la camisa y cubierta de un manto, y salieron ambas a la huerta, y el lunar hazía muy claro. La donzella miró a su señora y abriéndole el manto católe el cuerpo y dixo riendo: - Señora, en buena hora nasció el cavallero que vos está noche avrá. (Y bien dezían que ésta era la más hermosa donzella de rostro y de cuerpo que entonces se sabía). Helisena se sonrrió y dixo: - Assí lo podéis por mí dezir, que nascí en buena ventura en ser llegada a tal cavallero. (...) El rey que la conosció, miró y vio a Helisena su muy amada y fue a tomar a su señora entre los braços y ella le abraçó c...