THE BEATLES PIERDEN LA MAYORÍA DE SUS DERECHOS DE AUTOR ANTES DE SER FAMOSOS
Llegan a Londres cuatro jóvenes provincianos procedentes de Liverpool, sin ninguna experiencia en el mundo empresarial, que sueñan con que el grupo de rock que han formado triunfe y alcance la fama. La casa de discos DECCA no confía en ellos y los rechaza. Más tarde, el productor George Martin sí creerá en su talento y los contrata para EMI. Vienen acompañados de Brian Epstein, su paisano y manager que les ha dado a conocer a nivel local.
Después de un solo single en el mercado, este manager busca, para sus próximas canciones, un editor que esté bien relacionado en la industria del disco. Entonces se le ofrece para esa gestión Dick James, avispado distribuidor de música que más tarde demostrará una total falta de escrúpulos.
Este tal Dick James les sugiere crear una sociedad, de nombre Northern Songs, para comercializar los derechos de los temas del primer LP (excepto "Love me do" y "P.S. I love you", ya publicados en single) y de todos los que compongan en el futuro. Pero en esa sociedad aparecerá él mismo con más de la mitad de las acciones, quedando un 10 por ciento para John y otro 10 por ciento para Paul. George y Ringo tendrán un 0,8 cada uno. El resto quedará en manos de Brian Epstein. Un auténtico expolio cuando lo normal era que quien les hizo firmar ese contrato se hubiera quedado con sólo un 10 por ciento.
Más tarde, los joviales muchachos de Liverpool dirán que firmaron sin apenas leer las cláusulas, por la confianza depositada en su manager, y que se consideran engañados. No eran más que unos jóvenes y desconocidos músicos que terminaron cayendo candorosamente en las redes de un tiburón de la industria discográfica
Cuando el cuarteto explota más tarde en las listas de exitos y aparece la Beatlemanía, Dick James cobrará unas cifras astronómicas a costa de la inspiración de los geniales músicos.
Después de que Brian Epstein muera en 1967, John y Paul intentarán renegociar las condiciones de su participación en la empresa, a lo que se negará en redondo Dick James. Finalmente, éste venderá sus acciones en 1969 a Associated Television (ATV), sin avisar de ello a J.L.y P.M.
Lennon y McCartney intentarán otra vez ampliar su participación accionarial pero fracasan también. Finalmente venderán su pequeña parte, también en 1969. A partir de ese momento perderán de pleno los derechos sobre sus canciones.
Mejor suerte tuvo George Harrison. En 1968 se desvincula de Northern Songs y crea su propia sociedad. Así, las joyas de la corona del Abbey Road, "Here comes the sun" y "Somethimg" serán ya enteramente suyas. Algo parecido, pero en menor medida, le pasará también a Ringo.
Así pues, en 1969 John y Paul pierden todo el copyright de sus composiciones. Desde entonces, éstas darán regalías estratosféricas de las que no verán ni un penique. De hecho, McCartney llegará a decir que cada vez que cantaba Yesterday tenía que pagar derechos de autor a los dueños de la canción. A lo largo de los 70, los talentosos artistas verán cómo sus canciones aumentan su cotización y enriquecen a sus propietarios.
Luego, el grandioso fondo musical pasa de mano en mano e incluso lo consigue una empresa formada con capital de riesgo.
Unos años después de la muerte de Lennon, McCartney contempla cómo su hasta entonces buen amigo Michael Jackson adquiere a sus espaldas, sin contar con él , la propiedad de todos los títulos del cuarteto por unos cuarenta millones de dólares. El negocio del siglo. Una vez advertido y antes de que se consume la operación, Paul contactará con Yoko Ono para comprar a medias ese inmenso legado, pues no tiene tanta capacidad económica para hacerlo en solitario, pero ella declina la oferta. A partir de ahí se producirá la ruptura de una amistad. M. J. y P.M. dejan de hablarse y se distancian definitivamente.
Mas el culebrón continuará tras la muerte de Michael Jackson. Tengamos en cuenta que para Paul, durante décadas, la recuperación de toda la obra de The Beatles era como la conquista del Santo Grial. Pero todo eso constituye ya materia de otra entrega. (Continuará).
(En la imagen, el cuarteto de Liverpool firmando el leonino contrato ante Dick James. Al fondo, George Martin)
(Texto: Mariano López-Acosta)
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