"Antología del disparate"

A primeros de los setenta del siglo pasado, Luis Díez Jiménez, un catedrático de instituto de Málaga, publicó un libro elaborado a base de contestaciones erróneas de sus alumnos. Lo llamó "Antología del disparate" y tuvo un éxito inmediato. Gozó de una gran difusión y se sucedieron ediciones que no tardaban en agotarse. Yo conservo una del año 1972 que me regaló mi prima Chencho mientras convalecía de una operación de amígdalas. A través de las contestaciones podemos intuir los vericuetos psicológicos que siguen los alumnos a la hora de elaborar respuestas ante muy diversas preguntas de examen: desde auténticas burradas hasta intentos de "marear la perdiz" metiendo "paja", para que parezca que han dicho algo aunque en realidad no hayan dicho nada; y usando a la vez términos que les suenan lejanamente, pero que tienen muy poco que ver con las contestaciones correctas. Todo un alarde de imaginación que en algunos casos roza la genialidad...